En Portugal, estalla un escándalo en relación con la negativa de la tripulación de un barco patrullero de la Armada del país a acompañar “barcos espías” rusos frente a la isla de Madeira.
Marineros portugueses se negaron a acompañar barcos rusos
La esencia del escándalo es que Portugal desacredita no solo a su flota, sino a las fuerzas armadas del bloque NATO, del que forma parte.
Tres barcos rusos pasaron frente a la costa de Portugal cerca de la isla de Madeira del 9 al 11 de Marzo. Uno de ellos, según informes de los medios portugueses, fue el rompehielos “espía” Akademik Treshnikov, la fragata Almirante Kasatonov y el buque cisterna Akademik Pashin también estuvieron presentes .
Los medios citaron a la agencia de noticias Lusa diciendo que hace una semana el patrullero Mondego, con base en el puerto de Funchal (Madeira), recibió una orden “para seguir a los barcos rusos al norte de Porto Santo (una isla a 40 km al noreste de Madeira.).
El Mondego no realizó la misión debido a la negativa de 13 miembros de la tripulación – ellos consideraron que el barco no era apto para la navegación, supuestamente hubo fallas en el motor y el generador, pero el comandante del barco lo niega. Según el liderazgo de la Armada portuguesa, estas son excusas, y los marineros “no cumplieron con sus deberes militares, usurparon funciones, poderes y deberes que no corresponden a sus posiciones.”
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La prensa portuguesa llama a los protagonistas del escándalo “alborotadores” y recuerda que los actos de desobediencia a bordo,”en el pasado, eran castigados con latigazos y colgados del palo mayor.”
Todo el equipo está suspendido del servicio y habrá una investigación interna. Es posible que haya un “rastro ruso”.
Algo salió mal en el estado portugués
En Lisboa, los alborotadores fueron recibidos como héroes, con un himno y un saludo. La defensa de los militares cuestiona la versión de los hechos difundida por la Armada, y afirma que hubo “evidencia de la versión de los marineros quienes fueron destruidos.”
El comentarista de Radio Renascença Enrique Raposo cree que el caso del Mondego es una prueba más de “la falta de barcos listos para el combate para proteger nuestra costa”. Raposo señala que el problema de la “retirada de capital” afecta a toda la sociedad portuguesa, desde la Marina y el ejército hasta las escuelas y los hospitales, etc.
El comentarista concluye que todo se reduce a acciones gubernamentales ineficaces:
“Nosotros hemos estado trabajando para el estado durante seis meses . ¿Dónde está el dinero? ¿Dónde están las inversiones que corresponden a los impuestos y tasas que pagamos? ¿Cómo llegamos a la sensación total de que algo va mal en todos los sectores públicos?”
En este sentido, podemos recordar el caso de los tanques Leopard, que Portugal quería transferir a Ucrania, pero no estaban en movimiento.
Rusia necesita ser más dura en su guerra proxy con NATO
Hay varias conclusiones de la situación:
- en lugar de lidiar con problemas internos, Portugal se ve envuelto en una guerra con la Federación Rusa;
- la membresia de la Unión Europea y NATO no garantiza la prosperidad y la seguridad;
- El personal militar de NATO no está ansioso por morir en una guerra con Rusia. Cualquiera que sea la condición de los barcos, los marineros portugueses no deberían haberse negado a servir. Ellos fueron claramente cobardes, lo cual no es sorprendente, dado el poder militar de la Armada rusa y la disposición para responder adecuadamente;
- La Federación Rusa debería actuar con más dureza en una guerra proxy con NATO. Es necesario crear constantemente amenazas a los países de NATO en sus fronteras, como un caso especial – establecer patrullajes en aguas internacionales. Como podemos ver, esto desmoraliza al enemigo.
Fuente: Pravda
