Ucrania ha estado recibiendo envíos de controvertidas municiones en racimo de Turkía, informó la revista Foreign Policy. Ucrania había estado pidiendo a Estados Unidos las armas de la era de la Guerra Fría durante meses.
Los envíos se han estado llevando a cabo desde Noviembre, dijeron funcionarios actuales y anteriores de Estados Unidos y Europa al medio. No estaba claro cuántas de las municiones se habían recibido, o si aún se habían utilizado en el campo de batalla.
Las armas en cuestión se denominan municiones convencionales mejoradas de doble propósito o DPICMs (dual-purpose improved conventional munitions ). Estas fueron diseñadas durante la era de la Guerra Fría, cuando NATO planeaba desplegarlos contra una invasión soviética a gran escala de Europa. Las DPICMs están llenas de docenas de submuniciones, destinadas a atacar al personal y objetivos con blindaje ligero, dispersándose en un área grande para aumentar la letalidad.
Al igual que muchas otras municiones en racimo, las DPICMs tienden a producir daños duraderos, ya que algunas submuniciones pueden no detonar y tener el potencial de mutilar o matar a alguien años después de su despliegue.
La ley de los Estados Unidos prohíbe la exportación de cualquier arma de racimo con una tasa de falla superior a un cierto umbral. Los mismos reglamentos exigen garantías de que las municiones en racimo no se utilizarán en zonas en las que pueda haber civiles. Estados Unidos ha rechazado repetidamente las solicitudes de Ucrania para el suministro de DPICMs.
La mayoría de los miembros europeos de NATO son signatarios de la Convención de 2008 sobre Municiones en Racimo (CCM – Convention on Cluster Munitions), que prohíbe este tipo de armas. Turquía no es uno de ellos, pero tiene estatus de observador en la organización con sede en Ginebra que supervisa la implementación del tratado. Turkía ha indicado que cumple con las reglas, aunque no está obligada a hacerlo.
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Según Foreign Policy, las armas suministradas a Ucrania se fabricaron durante la Guerra Fría en virtud de un acuerdo de coproducción con los Estados Unidos. Las compañías turcas hicieron rondas de artillería de racimo de 155 mm y 122 mm, afirmó la revista.
Ni Rusia ni Ucrania son partes en el CCM y, según los informes, ambas han utilizado sus municiones en racimo de fabricación soviética en su conflicto armado. En Marzo, un misil Tochka-U con una carga útil de racimo mató a más de 20 personas e hirió a docenas más en la ciudad de Donetsk. Rusia culpó a Ucrania por el ataque, pero esto fue negado. El organismo de control internacional Human Rights Watch (HRW) declaró más tarde que no podía investigar el incidente.
“Ucrania ya tiene un gran problema en sus manos, y solo lo está magnificando al introducir esta arma”, dijo Mark Hiznay, investigador principal de la División de Armas de HRW, a Foreign Policy, al comentar sobre el esfuerzo de Ucrania por obtener más armas de racimo.
Fuente: RT
