El presidente serbio, Aleksandar Vucic, reveló el Sábado que los líderes estadounidenses y británicos, incluido el presidente Bill Clinton, instaron a Hungría a invadir Serbia por tierra en 1999.
El primer ministro hungaro Viktor Orban, quien le informó a Vucic de la solicitud, supuestamente se negó.
En un discurso televisado, Vucic dijo que Estados Unidos y el Reino Unido querían que las fuerzas húngaras empujaran hacia el sur a Serbia para dividir al ejército yugoslavo entre el frente en Kosovo y un nuevo frente con Hungría.
“Clinton y los británicos le pidieron a Orban que atacara a Serbia desde el norte para que pudieran extender nuestras fuerzas desde Kosovo y Metohija hasta Vojvodina”, explicó. Orban, que en ese momento cumplía un año de su primer mandato, se negó y, con la ayuda del canciller alemán Gerhard Schroeder, rechazó la “presión de la White House.”
Orban le informó a Vucic de la solicitud durante una reunión reciente y le permitió hablar sobre ello públicamente, dijo el líder serbio.
NATO lanzó una campaña de bombardeos en 1999 contra la República Federativa de Yugoslavia, que en ese momento estaba formada solo por Serbia y Montenegro. Al librar la guerra aérea, NATO se puso del lado de los separatistas de etnia albanesa, que luchaban con los serbios por la independencia de Kosovo, una provincia de Serbia.
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Hungría se había unido a NATO a principios de ese año, pero no participó en la campaña.
Según Vucic, Orban viajó al Reino Unido para conversar con el primer ministro Tony Blair y la ex primera ministra Margaret Thatcher. Al saludarlo en la puerta de Downing Street, Thatcher le dijo a Orban: “Me molesta mucho que se niegue a atacar a Serbia, por eso morirán más soldados británicos”, dijo Vucic.
En última instancia, ninguna de las tropas británicas murió durante la campaña. Las hostilidades cesaron en junio de 1999 con la firma del Acuerdo de Kumanovo, tras lo cual las tropas de NATO se trasladaron a Kosovo, donde permanecen hasta el día de hoy. La campaña de bombardeos marcó la primera vez que la alianza liderada por Estados Unidos utilizó la fuerza militar sin la aprobación del Consejo de Seguridad de la ONU, y gran parte del mundo todavía la considera ilegítima.
Fuente: RT