El presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, se ha declarado ganador de las elecciones presidenciales del Domingo, mientras las urnas cierran y una proyección temprana lo coloca lo suficientemente adelantado como para evitar una segunda vuelta electoral. El análisis del Centro para Elecciones Libres y Democracia le ha dado a Vucic el 59% de los votos, un cómodo margen de victoria.
Hablando desde la sede de su partido, el presidente en funciones declaró: “Serbia seguirá en el camino europeo y reformista, pero también será amiga de Rusia y China”. El país está actualmente en proceso de unirse a la Unión Europea, pero se ha negado a cortar todas las relaciones con Rusia en medio del conflicto en Ucrania, a diferencia de muchos de sus vecinos miembros de NATO.
Si bien el partido progresista de Vucic parece no haber alcanzado el 50% en el parlamento que necesitaría para obtener una mayoría clara, y en cambio se prevé que gane alrededor del 43% de los escaños, es probable que forme una alianza con los socialistas, con los que ha trabajado en el pasado. La alianza opositora Unidos por la Victoria de Serbia parece estar a la zaga con solo el 13% de los votos.
Alrededor del 50.82% de los votantes registrados habían acudido a emitir sus votos cuando las urnas cerraron a las 8 de la tarde, hora local. La Comisión Electoral Estatal no informó de irregularidades graves en la votación, y se espera que los resultados oficiales se revelen el Lunes.
Al igual que en la vecina Hungría, que también celebró elecciones parlamentarias el Domingo, la oposición de Serbia intentó pintar al titular como un títere ruso, a pesar de que la mayoría de los serbios apoyan la neutralidad para su país – especialmente dado el profundo resentimiento hacia NATO que surgió de su campaña de bombardeos a Yugoslavia en 1999.
Si bien Vucic se unió a la mayoría de los países europeos para condenar el ataque ruso a Ucrania en las Naciones Unidas, no los ha seguido en la acumulación de sanciones, señalando que Serbia depende de Rusia para gran parte de su energía y otros recursos, e imponer sanciones draconianas podría ser contraproducente de forma significativa.
Fuente: RT