El gigante francés del cemento Lafarge, acusado de “crímenes contra la humanidad” por pagar al Islamic State para mantener en funcionamiento su planta de cemento siria, había estado informando a las agencias de espionaje del país sobre sus vínculos con terroristas, revelaron documentos filtrados.
Según un lote de documentos oficiales franceses obtenidos por la agencia de noticias turca Anadolu, los representantes de Lafarge han mantenido múltiples reuniones con los servicios de inteligencia nacionales, extranjeros y militares durante el conflicto sirio. Las agencias de espionaje francesas fueron acusadas de haber utilizado la relación de la compañía con el Islamic State (IS, Daesh, anteriormente ISIS/Il) y otros grupos militantes para mantenerse al día con los acontecimientos sobre el terreno en Siria. Las agencias francesas también se abstuvieron de advertir al fabricante de cemento que sus vínculos con terroristas eran un delito, según Anadolu.
Lafarge es culpado por pagar casi €13 millones de euros (15.3 millones de dólares) a IS y otros grupos armados para asegurarse de que su planta en el norte de Siria permaneciera operando después de que los combates en el país estallaran en 2011. Grupos de derechos humanos, que presentaron demandas en contra de la compañía francesa, afirmaron que este dinero ha sido utilizado para facilitar el movimiento de personal y mercancías a través de terroristas de los puestos de control. Según se informa, Lafarge también compró petróleo y materias primas a los militantes, mientras les suministraba cemento que utilizaban para construir fortificaciones y túneles subterráneos.
La planta en Jalabiya, a unos 150 km (95 millas) al noreste de Alepo, finalmente cayó en manos del Islamic State en 2014. ISIS obligó a la empresa a abandonar el país y evacuar al personal extranjero, mientras que sus empleados sirios tuvieron que quedarse y trabajar en las instalaciones.
El martes, la Supreme Appeals Court of Cassation de Francia dictaminó que los cargos de “complicidad en crímenes contra la humanidad” debían permanecer contra Lafarge, revocando una decisión de un tribunal inferior de desestimarlos. El fabricante de cemento también se enfrenta a acusaciones de financiar el terrorismo, violar un embargo de la Unión Europea y poner en peligro la vida de otros por sus actividades en Siria.
Planta de Cemento Lafarge Cement Syria (LCS) en Jalabiya. © AFP / Delil Souleiman
Lafarge, que se fusionó con el grupo suizo Holcim en 2015, reconoció haber pagado a intermediarios en Siria para negociar con los militantes, pero negó cualquier responsabilidad por el dinero que terminó en manos de terroristas. La fecha para el juicio de la compañía aún no ha sido fijada, y la investigación legal aún está en curso.
No está claro si la investigación se ampliará para examinar también cualquier papel que las agencias de inteligencia francesas puedan haber desempeñado, pero Anadolu afirma que los documentos a los que tuvo acceso indican que los operativos franceses celebraron más de 30 reuniones con Lafarge en 2013 y 2014.
Según la agencia, después de que en Enero de 2014 aparecieran en los medios de comunicación los primeros informes sobre los pagos que la compañía daba a los terroristas, el director de seguridad de Lafarge, Jean-Claude Veillard, envió un correo electrónico a la dirección de inteligencia del ministerio del Interior. En él, según se informa, insistió en que Lafarge necesitaba mantener vínculos con “actores locales” para poder continuar sus operaciones en Siria, y se preguntó si las revelaciones de los medios eran una amenaza para la empresa. En respuesta al mensaje, un oficial de inteligencia aparentemente informó a Veillard de la fecha en que se iba a abordar el problema, dijo la agencia.
Anadolu insistió en que la inteligencia francesa era muy consciente de las relaciones de Lafarge con el Ilamic State, citando un extracto del intercambio entre las partes de Septiembre de 2014, en el que un operativo preguntó: “¿Podría dar más detalles sobre el cemento proporcionado al Daesh?”
En el testimonio de 2017 ante la policía, que estaba entre los documentos filtrados, Veillard dijo que compartió toda la información sobre sus actividades en Siria con la inteligencia francesa. Los operativos franceses querían saber sobre el equilibrio de poder entre varios grupos armados, los enfrentamientos entre ellos y cualquier rumor y especulación que saliera del turbulento país, Veillard dijo.
Anadolu también obtuvo una declaración judicial que un oficial de inteligencia francés, llamado AM 02, emitió en 2018. El oficial afirmó que el gigante del cemento había sido su fuente de información sobre Siria, diciendo: “Abordamos la situación de manera puramente oportunista, aprovechando el continuo trabajo de Lafarge.”El oficial también confirmó que la compañía había estado enviando cemento a grupos armados en Siria entre 2012 y 2014.
Fuente: RT
