Europa

Altos funcionarios del gigante del cemento franco-suizo Lafarge sospechosos de financiar el terrorismo

Tres altos funcionarios del gigante industrial franco-suizo Lafarge han sido sometidos a investigación formal por presunto “financiamiento de una empresa terrorista”, dijeron fuentes judiciales. Fiscales franceses están investigando las actividades de la compañía en Siria.
El escándalo golpeó a LafargeHolcim (creada después de que Lafarge de Francia se fusionara con la compañía suiza Holcim en 2015) en el verano de 2016 tras un informe en el periodico frances Le Monde. El periódico afirmaba que Lafarge pagó a Islamic State (IS, anteriormente ISIS) en 2013-2014 para continuar las operaciones en el norte de Siria. La planta de Lafarge Jalabiya en el norte de Siria fue el conducto para los pagos.
El viernes, Frederic Jolibois, que fue nombrado gerente de la planta de Jalabiya en 2014, fue acusado de financiar una empresa terrorista, violación de las regulaciones europeas sobre el embargo al petróleo sirio y poner en peligro la vida de otros, dijo su abogado Jean Reinhart citado por Medios de comunicación franceses.
Jolibois admitió haber comprado petróleo de “organizaciones no gubernamentales”, en particular de grupos kurdos e islamistas. En 2011, la Union Europea impuso sanciones a la importación de petróleo sirio, así como a la inversión en la industria de la energía. El predecesor de Jolibois, Bruno Pescheux, y el jefe de seguridad de Lafarge, Jean-Claude Veillard, también fueron acusados de financiar el terrorismo y poner en peligro la vida de otros, informó AFP citando fuentes judiciales.
Pescheux, que dirigió la planta desde 2008 hasta 2014, admitió que Lafarge pagó hasta $ 100,000 por mes a un intermediario que resultó ser Firas Tlass, un magnate de los negocios sirio. Tlass, que era un socio menor de la planta, enviaría alrededor de $ 20,000 de este dinero a IS, dijo Pescheux. Veillard agregó que cuando IS finalmente tomó el control de la planta en septiembre de 2014, los empleados sirios “tuvieron que huir solos”. “Mi cliente (Veillard) nunca tuvo ningún poder de decisión en Lafarge”, dijo su abogado Sebastien Schapira, añadiendo que él impugnaría la acusación de Veillard.
En marzo de 2017, la empresa admitió que proporcionó fondos a “ciertos grupos armados” y “partes sancionadas” para “mantener las operaciones y garantizar el paso seguro de los empleados y suministros hacia y desde la planta”. Todas las transacciones monetarias se realizaron entre 2013 y Septiembre de 2014, cuando la planta fue evacuada. Un mes después, en abril de 2017, el CEO de LafargeHolcim, Eric Olsen, anunció su renuncia. Él negó cualquier fechoría, pero dijo que su “partida contribuirá a devolver la serenidad a una empresa que ha estado expuesta durante meses en este caso”.
LafargeHolcim es un líder mundial en materiales de construcción y uno de los principales actores en las industrias de cemento, agregados y concreto. Alrededor de 90,000 empleados trabajan para el grupo en más de 80 países, según los datos del sitio web de la compañía.

Fuente: RT