Unas 114,000 personas se han reunido en toda Francia para denunciar lo que consideran una intrusión del gobierno en sus vidas privadas. Las protestas fueron en respuesta a la implementación de certificados Covid-19 y planes de vacunación obligatorios.
Miles de fuertes protestas tuvieron lugar en las principales ciudades francesas el Sábado, con un total de 137 eventos de protesta reportados por el Ministerio del Interior. La mayor marcha en París atrajo a unas 18,000 personas. Los activistas coreaban “¡Libertad!” y portando pancartas en protesta por las políticas del presidente frances Emmanuel Macron y exigiendo su renuncia.
La erupción de la ira pública se produjo en respuesta a las medidas que el gobierno de Macron está tomando para frenar la epidemia Covid-19. El Lunes, se anunció que los trabajadores de la salud tendrán que ser vacunados a mediados de Septiembre o perderán sus empleos. En Agosto, Francia va a hacer los pasaportes Covid-19 obligatorios para visitar espacios públicos como restaurantes. El documento certifica que una persona ha sido vacunada, se ha recuperado recientemente de la enfermedad, o tiene una nueva prueba negativa.
Los manifestantes ven tales políticas de salud como coerción inaceptable, discriminación contra los escépticos de las vacunas y un movimiento hacia la tiranía por parte del gobierno. Manifestaciones más pequeñas contra las medidas propuestas ocurrieron en Francia durante toda la semana.
A diferencia de algunos eventos anteriores, las manifestaciones del Sábado fueron en su mayoría pacíficas, salvo algunos incidentes menores. Se reporta que la policia usó gas lacrimogeno en Dijon y Nantes e hizo varios arrestos en Lyon.
Las fuerzas políticas están capitalizando la disidencia pública sobre Covid-19. A la manifestación en la capital asistieron los políticos de derecha Florian Philippot y Nicolas Dupont-Aignan.
Philippot, ex vicepresidente del Frente Nacional, anunció esta semana su candidatura para las elecciones presidenciales del próximo año. Durante la manifestación, el presentó a un hombre que parecía romper su certificado de vacunación en pedazos en un gesto de protesta.
También hubo cierta solidaridad entre los manifestantes de Covid-19 y el movimiento antigubernamental de los Chalecos Amarillos, que se unió a las marchas. Los Chalecos Amarillos han organizado protestas masivas regulares contra Macron durante más de dos años desde 2018, oponiéndose a la campaña de austeridad económica del presidente.
Francia ha vacunado a alrededor de la mitad de su población, y el 55.5% ha recibido al menos una dosis de la vacuna. Pero los funcionarios de salud han reportado recientemente un aumento de infecciones diarias a aproximadamente una cuarta parte del nivel máximo de mediados de Abril visto durante el segundo brote. El gobierno esta preocupado de que la tendencia continue.
“La variante Delta está aquí, no debemos ocultar la verdad, es más contagiosa que las anteriores. Debemos adaptarnos y enfrentarlo”, dijo el primer ministro Jean Castex el Sábado.
Fuente: RT
