El Vaticano procesará a 10 personas, incluido el cardenal italiano Angelo Becciu, en un caso de malversación y extorsión. Las acusaciones son vistas como una ofensiva histórica del Papa Francisco contra el crimen relacionado con la Iglesia.
La Santa Sede anunció el sábado que Becciu y otras nueve personas han sido ordenadas a juicio por presuntos delitos derivados de la compra por el Vaticano de una propiedad de lujo en Londres, así como inversiones especulativas que resultaron en graves pérdidas financieras para la Iglesia.
El cardenal fue acusado de malversación de fondos, abuso de cargo y subordinación. Una mujer italiana que trabajaba para el alto funcionario de la Iglesia también fue acusada de malversación de fondos.
Entre sus coacusados se encuentran los ex jefes de la unidad de inteligencia financiera del Vaticano, así como dos corredores de bolsa italianos involucrados en el turbio acuerdo. Los cargos incluyen extorsión, fraude y lavado de dinero.
Tambien se presentaron cargos contra cuatro empresas asociadas individualmente con los acusados. Dos de las empresas están ubicadas en Suiza, una en los Estados Unidos y una en Eslovenia.
El juicio comenzará el 27 de julio, según un comunicado de prensa del Vaticano.
Becciu se ha convertido en el funcionario de más alto rango de la Iglesia con sede en el Vaticano acusado de delitos financieros. Según Christopher Lamb, corresponsal en Roma de la revista católica The Tablet, la acusación contra el cardenal no tiene precedentes.
“Esta es la primera vez que un cardenal ha sido procesado de esta manera, y la decisión de acusarlo marca un nuevo paso, y potencialmente decisivo, en las reformas de las finanzas vaticanas del Papa Francisco”, el escribió.
Según la ley de la Iglesia, el Sumo Pontífice tuvo que aprobar personalmente la decisión de acusar a Becciu. El cardenal italiano siempre ha mantenido su inocencia durante la investigación del caso, que comenzó en 2019. Sin embargo, el dejó un alto cargo en la Secretaría de Estado del Vaticano en septiembre pasado después de que surgieron acusaciones de malversación de fondos.
La decisión se produce menos de un mes después de que el mas alto regulador financiero del Council of Europe, llamó al Vaticano a garantizar la transparencia en los procedimientos para procesar a altos funcionarios acusados de lavado de dinero y otros delitos. El Comité de Expertos sobre la Evaluación de las Medidas contra el Lavado de Dinero y la Financiación del Terrorismo señaló que el procedimiento para obtener el consentimiento papal con el fin de iniciar acciones legales contra clérigos de alto rango “no es totalmente transparente”.
En Abril, el Papa Francisco emitió un decreto que permite que los obispos y cardenales que trabajan en el Vaticano sean juzgados por un tribunal laico. Antes de esta reforma, los clérigos de alto rango solo respondían ante un cuerpo de altos funcionarios de la Iglesia, conocido como el Court of Cassation.
Fuente: RT