Europa podría haber salvado el acuerdo nuclear de Irán (exigiendo a sus empresas ignorar las sanciones estadounidenses a Irán). En cambio, abusó del estado de derecho al activar de manera inapropiada el mecanismo de disputas del JCPOA, asegurando la desaparición del acuerdo.
Falsa diplomacia
El 5 de enero de 2020, Irán anunció que dejaría de cumplir con sus obligaciones en virtud del acuerdo nuclear de Irán, oficialmente conocido como el Joint Comprehensive Program of Action (JCPOA). Las acciones de Irán son en respuesta a la retirada de Estados Unidos del JCPOA y a la reimposición de sanciones económicas por parte de Estados Unidos que se habían suspendido cuando el acuerdo entró en vigor.
En respuesta a las acciones iraníes, los gobiernos de Francia, Alemania y el Reino Unido – todos ellos partes en el acuerdo, junto con la Unión Europea (UE) – invocaron disposiciones dentro del JCPOA, conocidos como el Dispute Resolution Mechanism (DRM), en un esfuerzo por lograr que Irán vuelva a cumplir.
Sin embargo, la activación del DRM por parte de los países europeos es un movimiento nada ingenioso diseñado para proporcionar cobertura diplomática para los propios fracasos de la propia Unión Europea en lo que respecta a la implementación del JCPOA.
Mas aun, dado el resultado probable de este proceso, una convocatoria del Consejo de Seguridad de la ONU donde las sanciones económicas se volverán a imponer a Irán en automatico, los europeos han asegurado exitosamente la desaparición del JCPOA, con su llamada diplomacia que sirve para poco más que como un facilitador de una crisis más grande entre Irán y los Estados Unidos que, dadas la altisima tension entre estos dos paises despues de asesinato estadounidense del general irani Qassem Soleimani, incrementa precipitadamente el prospecto de una guerra abierta.
Las grandes potencias siempre tienen una manera fácil de abandonar acuerdos.
Cuando se firmó el JCPOA en julio de 2015, el mundo tenía la esperanza de que se hubiera resuelto la crisis por la capacidad de enriquecimiento nuclear del Irán, que había amenazado con convertirse en guerra, y la diplomacia había prevalecido sobre los conflictos armados.
El JCPOA codificaba una serie de restricciones a la capacidad del Irán para enriquecer uranio, incluidos el número y los tipos de centrifugadoras que podrían utilizarse, dónde podría producirse el enriquecimiento, qué nivel de enriquecimiento podría producirse y la cantidad maxima de reserva de material nuclear enriquecido podía mantener Irán, y un régimen de inspección integral intrusivo diseñado para verificar el cumplimiento.
Estas restricciones fueron diseñadas para ser atenuadas con el tiempo a través de una serie de llamadas “sunset clauses”, hasta que todo lo que quedara fuera un proceso de inspección mejorado. En resumen, el JCPOA legitimó el derecho del Irán a enriquecer uranio con fines pacíficos, al tiempo que reconoció las preocupaciones de algunos dentro de la comunidad internacional con respecto a la posibilidad de que el Irán abusara de esa capacidad de enriquecimiento con fines militares.
El JCPOA era, en efecto, un amplio mecanismo de fomento de la confianza destinado a fomentar la confianza entre el Irán y la comunidad internacional a lo largo del tiempo, de conformidad con el preámbulo del acuerdo, que declaraba que “Irán reafirma que bajo ninguna circunstancia, Irán buscará, desarrollará o adquirirá armas nucleares.”
Antes de la aplicación del JCPOA, Irán había sido sometido a rigurosas sanciones económicas impuestas bajo la autoridad del Consejo de Seguridad de la ONU. A cambio de entrar en el acuerdo, estas sanciones fueron levantadas.
Sin embargo, el acuerdo reconoció que podrían surgir controversias en relación con la aplicación del acuerdo y estableció un mecanismo de solución de controversias que, si no se encuentra una solución satisfactoria a un problema identificado, daría lugar a que estas sanciones se volvieran a imponer automáticamente.
Un aspecto clave de este mecanismo era que si alguna de las partes en el acuerdo utilizaba su veto en el Consejo de Seguridad de la ONU para bloquear un voto relacionado con el incumplimiento por parte de cualquiera de las partes en el acuerdo, las sanciones económicas se restablecerían automáticamente.
Estados Unidos sabotea el JCPOA
Durante los primeros más de dos años de existencia del acuerdo, desde julio de 2015 hasta mayo de 2018, se encontró que Irán cumplía plenamente con sus compromisos.
En mayo de 2018, sin embargo, Estados Unidos se retiró unilateralmente y precipitadamente del acuerdo, alegando que la eventual expiración de las “sunset clauses” allanó el camino para que Irán produjera un arma nuclear, y como tal, el JCPOA era poco más que un facilitador de la intención maligna nuclear iraní.
Estados Unidos comenzó a reimponer sanciones económicas a Irán, todas las cuales incluían las llamadas sanciones secundarias que se aplicaban a cualquier nación que violara las sanciones de los Estados Unidos. Irán consideró legítimamente la reimposición de las sanciones por parte de los Estados Unidos como una violación del acuerdo JCPOA.
Además, cuando las empresas de la Union Europa comenzaron a frenar su voluntad de hacer negocios con Irán por temor a las sanciones secundarias de Estados Unidos, Irán también consideró que la Union Europa violaba el JCPOA.
Irán dio a las partes restantes en el JCPOA un plazo de seis meses después de la retirada de los Estados Unidos del acuerdo para desarrollar los mecanismos necesarios para eludir el impacto de las sanciones económicas de los Estados Unidos.
Sin embargo, en noviembre de 2018 no se habían aplicado tales mecanismos, y cuando los Estados Unidos atacaron el elemento vital económico del Irán sancionando las ventas de petróleo, Irán respondió invocando sus derechos en virtud del artículo 26 y el artículo 36 del JCPOA, que permite a Irán “dejar de cumplir sus compromisos en virtud del JCPOA, en su totalidad o parcialmente.
Desde entonces, Irán ha ido abandonando gradualmente las restricciones que se le impusieron, reiterando cada vez que lo hacia que sus medidas eran inmediatamente reversibles si las sanciones impuestas se suspendieran de manera que se ajustaran a la letra y la intención del JCPOA.
La cobardía de Europa
En resumen, Irán exigió que la Union Europea cumpliera con sus obligaciones de hacer frente a las sanciones económicas de Estados Unidos. La Union Europa no lo ha hecho sistemáticamente, lo que ha dado como resultado un retroceso gradual de Irán de sus obligaciones, lo que ha llevado a la situación actual en la que todas las restricciones impuestas por el JCPOA, excepto las inspecciones internacionales, que continúan sin cesar, han dejado de estar en funcionamiento.
La desconexión de SWIFT de Irán “acelerará la desdolarización global” – Max Keizer
Cuando se trata de imponer culpa por el estado actual de las cosas, no hay una causalidad de “que fue primero si el huevo o la gallina” para debatir. La culpa recae directamente en Estados Unidos por retirarse del acuerdo de forma unilateral (ademas de forzar con sanciones a Rusia y a China para que tambien violaran el acuerdo) y de la Union Europea por no cumplir con sus obligaciones en virtud del JCPOA con respecto al compromiso económico con Irán.
Irán ha advertido durante mucho tiempo a los gobiernos de Francia, Alemania y el Reino Unido que no invoquen el DRM, señalando que el JCPOA no permite tal movimiento si, como es el caso hoy, Irán está ejerciendo su derecho legal en respuesta a las acciones ilegales y unilaterales de los Estados Unidos.
No existe una expectativa realista de que Irán cambie su posición a este respecto. Rusia y China ya han indicado que Irán está ejerciendo plenamente sus derechos en el marco legal del JCPOA para abandonar sus obligaciones con respecto a las restricciones impuestas a su programa nuclear, citando el incumplimiento de Estados Unidos y la Union Europea.
Al invocar el DRM, los europeos han iniciado, a sabiendas y con prudencia, un proceso que solo puede tener un resultado, la terminación del JCPOA. Al hacerlo, la Union Europea ha dado pie a las acusaciones infundadas de Estados Unidos sobre la intención de desarrollar armas nucleares iraníes, estableciendo un enfrentamiento inevitable entre Estados Unidos e Irán que tiene el potencial real de arrastrar al mundo entero con él dada la posicion antagonica de las potencias nucleares Rusia, China y Pakistan con los Estados Unidos y sus aliados Europeos (NATO).
Fuente: RT