El Relator Especial de la ONU sobre la tortura ha pedido una “investigación completa” sobre el papel que jugó Suecia al conducir al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, al asilo y el eventual arresto con fines de extradiccion a Estados Unidos, luego de que se desestimó el caso de violación en su contra.
Los fiscales suecos anunciaron el martes que abandonarían una dudosa investigación de violación contra Assange, ya que el testimonio oral contra el editor se había “debilitado”, y la evidencia que lo corroboraba no era lo suficientemente sólida como para seguir un caso. En 2010 se emitió una orden de detención sueca contra assange, y un tribunal británico confirmó la decisión de extraditarlo en 2012. Amenazado con lo que muchos vieron como una extradición por motivos políticos, Assange buscó refugio en la embajada ecuatoriana en Londres, Reino Unido.
“El colapso de la investigación sobre Assange de Suecia fue inevitable”, tuiteó el relator Nils Melzer el martes. “Dada su gran arbitrariedad, ahora debe haber una investigación completa, y rendición de cuentas y compensación por el daño infligido a Julian Assange”.
Melzer había afirmado previamente que Assange fue sometido a “tortura psicológica” y que los gobiernos de Reino Unido y Suecia “violaron sistemáticamente” sus derechos al debido proceso. El fundador de WikiLeaks todavía languidece en una unidad de máxima seguridad en la prisión de Belmarsh, Reino Unido, en espera de una audiencia sobre extradición a los Estados Unidos, donde potencialmente enfrenta 175 años tras las rejas por publicar documentos militares filtrados.
En un documento tuiteado por Melzer, el enviado acusa a Suecia de contribuir “activa y conscientemente” a la tortura de Assange, y acusa a los fiscales de trabajar en conjunto con el Britain’s Crown Prosecutorial Service para mantener vivo el caso contra Assange de cara a la abrumadora evidencia exculpatoria.
Con el caso de violación en su contra desestimado, algunos comentaristas han advertido que el camino hacia la extradición a los Estados Unidos ahora puede ser más claro. La editora en jefe de WikiLeaks, Kristinn Hrafnsson, dijo a sus partidarios que su enfoque ahora debería centrarse en la “amenaza” más importante de la que Assange estuvo “advirtiendo durante años: el enjuiciamiento beligerante de los Estados Unidos y la amenaza que representa para la Primera Enmienda.
Fuente: RT