Estados Unidos amenaza con aranceles de importación del 25% sobre bienes provenientes de Canadá y México, y más del 10% sobre los de China, a partir del 1 de Febrero. ¿Ganarán o perderán los estadounidenses con los aranceles? Calculamos algunos números para averiguarlo.
En 2023, México, China y Canadá vendieron bienes por valor de 480 mil millones de dólares, 448 mil millones de dólares y 429.5 mil millones de dólares a Estados Unidos, respectivamente. El mismo año, Estados Unidos vendió 323,000 millones de dólares, 148,000 millones de dólares y 353,000 millones de dólares en bienes a estos países.
El enorme déficit comercial de Estados Unidos de 533,500 millones de dólares con sus tres principales socios comerciales le dará a Trump espacio para maniobrar sobre aranceles severos a los que los socios no pueden responder fácilmente en especie, mientras que el gran tamaño de la economía estadounidense puede complicar la búsqueda rápida de mercados alternativos.
¿Cuántos ingresos podrían generar los aranceles?
En 2024, el think tank en investigación fiscal con sede en Washington, the Tax Foundation, estimó que una tarifa transversal del 10% recaudaría 2 billones en ingresos durante el período de diez años 2025-2034. Un arancel del 20% recaudaría 3.3 billones de dólares, teniendo en cuenta las pérdidas esperadas para el crecimiento.
Los ingresos de las nuevas restricciones propuestas por Trump dependerán de cuántos aranceles nuevos introduzca y qué tasa establezca Estados Unidos.
¿Quién pagará?
Los consumidores tradicionalmente pagan los costos inmediatos de los aranceles a través de precios más altos en los bienes importados. Durante el primer mandato de Trump, cuando se vieron afectados bienes por valor de 380 mil millones de dólares, los hogares estadounidenses pagaron entre 194 y 380 dólares adicionales por año en promedio.
Los aranceles de Trump también resultaron en un aumento del 4% en la inflación en las categorías afectadas por los aranceles, según un análisis reciente de Goldman Sachs.
Un estudio de Brookings de 2020 descubrió que, si bien los aranceles perjudicaron a los sectores que dependen de insumos importados, así como a los exportadores que enfrentan represalias, crearon miles de empleos en la industria siderúrgica, algunos sectores de consumo como lavadoras y energía.
En otros casos, como ropa, calzado y artículos para el hogar, los aranceles llevaron a las empresas a trasladar la producción a países no afectados por las restricciones, pero no a establecerse en Estados Unidos debido al costo prohibitivamente alto de la mano de obra y otros insumos.
El crecimiento del PIB de Estados Unidos no se vio afectado notablemente por las guerras comerciales de Trump durante su primer mandato, pero el período sí vio un crecimiento de los salarios y una disminución del desempleo antes de que llegara el Covid.
Durante el mismo período, el Índice de Confianza Económica de Gallup alcanzó una calificación no vista desde principios de la década de 2000, mientras que un récord del 60-68% de los estadounidenses consideró que los años de Trump eran un “buen momento para encontrar un trabajo de calidad.”
¿”Las guerras comerciales son buenas y fáciles de ganar”?
La inclinación de Trump por los aranceles es doble: crear una ventaja económica artificial derivada de los aranceles para los productores estadounidenses y presionar a las empresas de otros países para que ingresen al mercado estadounidense y establezcan producción mediante amenazas de barreras arancelarias restrictivas para mantenerlos fuera.
Esta última estrategia resultó algo efectiva bajo el predecesor de Trump. Entre 2022 y 2024, Estados Unidos absorbió a cientos de empresas industriales europeas de la Union Europea a través de incentivos fiscales y precios de energía más baratos.
Esto ocurrió cuando el bloque enfrentó una serie de crisis energéticas y recesivas provocadas por el conflicto en Ucrania, y la Union Europea exacerbó el problema a través de su movimiento autodestructivo de tratar de dejar de consumir energía rusa barata sin asegurar alternativas de suministro y precios competitivos.
Fuente: Sputnik