China está realineando su inversión en los mercados emergentes en una señal de desacoplamiento económico con Occidente en medio de la creciente hostilidad liderada por Estados Unidos hacia China, informó el Lunes el Wall Street Journal.
Las empresas chinas han aumentado las inversiones en proyectos de minería y energía en el sur de Asia, Medio Oriente, Sudamérica y África, con énfasis en sectores como las energías renovables y los vehículos eléctricos.
Indonesia, rica en níquel, se ha convertido últimamente en el mayor receptor de inversiones chinas, recibiendo el 17% del total, ya que la segunda economía más grande del mundo busca expandir su presencia y centrarse en mercados ricos en recursos, dijo el medio.
Mientras tanto, la inversión extranjera directa total de China se desplomó un 18% a alrededor de 147 mil millones de dólares en 2022 en comparación con el año anterior, según datos de la ONU.
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“En general, el margen para que China canalice la inversión hacia economías avanzadas extranjeras se está reduciendo”, dijo Louis Kuijs, economista jefe de Asia Pacífico de S & P Global Ratings. Ante el aumento de las tensiones geopolíticas con Estados Unidos y un mayor impulso para la autosuficiencia económica, es poco probable que la inversión extranjera de China aumente significativamente en los próximos años, dicen los analistas.
Antes de 2016, China alentó activamente a sus empresas a invertir en el Grupo de las Siete economías avanzadas para ayudar a expandir la presencia de China en los mercados internacionales. Solo en 2016, las empresas chinas, incluidas las estatales, realizaron 120 inversiones por valor de 84 mil millones de dólares en los países del G7, de las cuales 63 inversiones fueron a Estados Unidos, dijo el medio, citando la base de datos del American Enterprise Institute (AEI).
El año pasado, las entradas de capital de China en las economías del G7 se redujeron a solo 7.4 mil millones de dólares, según los datos. Las inversiones directas de China en los países de la Unión Europea alcanzaron un mínimo de una década en 2022 por un total de 8.8 mil millones de dólares, reveló un informe de Rhodium Group y Mercator Institute for China Studies.
“La frágil situación económica de China y las presiones geopolíticas hacen improbable un repunte a los niveles de inversión de mediados de 2010”, escribieron los investigadores.
Al mismo tiempo, los mercados emergentes de Asia, Sudamérica y Medio Oriente están cosechando los beneficios de la reorganización de las inversiones de China, habiendo obtenido una entrada de capital combinada de 24 mil millones de dólares de China en 2022. Esto representa un aumento del 13% con respecto a 2021, según la base de datos de AEI.
Fuente: RT