El gobierno japonés ha manipulado las estadísticas oficiales durante años, ha admitido el primer ministro del país. Es un golpe a la credibilidad de los datos en los que confían los inversionistas y pone en tela de juicio el PIB declarado de Japón.
El primer ministro Fumio Kishida confirmó el Miércoles las acusaciones hechas por el periódico Asahi Shimbun de que durante años, el gobierno exageró el valor de algunas órdenes de construcción recibidas de empresas constructoras.
El periódico informó que el ministerio de infraestructura instruyó a los funcionarios del gobierno local a inflar las cifras de los contratos de construcción de los últimos ocho años, un acto posiblemente ilegal que puede haber distorsionado las estadísticas económicas clave de la tercera economía más grande del mundo.
El Asahi Shimbun cita a varias fuentes ministeriales que dicen que alrededor de 10,000 informes se reescribían cada año.
“Es lamentable que algo así haya sucedido”, dijo el primer ministro, prometiendo examinar qué medidas se podrían tomar para evitar que un incidente de este tipo vuelva a ocurrir.
El gobierno ha anunciado que establecerá un comité de terceros para investigar los informes erróneos de los datos y presentar las conclusiones en el plazo de un mes.
Según el Ministerio de Tierras, Infraestructura, Transporte y Turismo, el total de contratos de construcción en 2020 alcanzó 79.598 billones de yenes (700 mil millones de dolares).
El escándalo ha llevado a algunos legisladores de la oposición a cuestionar la validez de la política económica del gobierno, ya que los datos reescritos se utilizan para estimar el producto interno bruto (PIB) de Japón.
Sin embargo, el ministro de Economía, Daishiro Yamagiwa, minimizó las preocupaciones, diciendo que cualquier impacto en los datos del PIB probablemente sería pequeño.
En Japón se plantearon dudas sobre las estadísticas gubernamentales antes, cuando se descubrió un defecto en los datos salariales del ministerio de salud en 2018.
Fuente: RT
