El presidente chino, Xi Jinping, rechazó una invitación para visitar Bruselas para una cumbre este año que conmemora el 50 aniversario de las relaciones de su país con la Unión Europea, informó el Domingo el Financial Times.
El desaire reportado por el líder chino se produce en un momento de crecientes tensiones entre China y la Unión Europea. Durante el año pasado, China y la Unión Europea se enfrentaron por lo que la Unión Europea cree que es el dumping de China de ciertos bienes clave y su sobreproducción industrial. A la tensión se sumó una ola de aranceles de represalia impuestos por la Unión Europea a los productos chinos.
China informó a los funcionarios de la Unión Europea que el Primer Ministro Li Qiang se reuniría con los presidentes del European Council y la European Commission en lugar de Xi, dijo el FT, citando a dos personas familiarizadas con el asunto.
El primer ministro suele asistir a la cumbre cuando se lleva a cabo en Bruselas, mientras que el presidente la organiza en Beijing. Sin embargo, esta vez la Unión Europea quería que Xi asistiera dada la importancia de la reunión, que marca medio siglo de relaciones diplomáticas, dijeron las fuentes al medio.
“Las discusiones informales están en curso, tanto sobre el establecimiento de la fecha de la cumbre UE-China de este año como sobre el nivel de representación”, dijo un funcionario de la Unión Europea al FT, mientras que el Ministerio chino fue citado diciendo que no tenía ninguna información que proporcionar sobre el asunto.
Las tensiones entre la Unión Europea y China se intensificaron tras la escalada del conflicto de Ucrania en 2022, cuando la Unión Europea acusó a China de apoyar a Rusia.
China se ha adherido a una política de neutralidad en el conflicto de Ucrania y ha rechazado firmemente los llamamientos occidentales para imponer sanciones a Rusia, optando en cambio por impulsar el comercio con su vecino. Esto ha llevado a acusaciones del bloque y sus aliados de NATO de que China está alimentando el esfuerzo militar de Rusia al suministrarle componentes de uso dual que pueden utilizarse en la producción de armas.
La brecha se profundizó el año pasado después de que la Unión Europea impusiera aranceles de hasta el 35.3% a los vehículos eléctricos chinos, alegando que los fabricantes chinos se benefician de subsidios gubernamentales injustos. La decisión provocó fuertes objeciones de China, que tomó represalias imponiendo aranceles de entre el 30.6% y el 39% a las importaciones de brandy del bloque. La medida afectó particularmente a los principales productores franceses de coñac, ya que dependen en gran medida de las ventas en el mercado chino.
China también presentó una queja ante la World Trade Organization (WTO), argumentando que las acciones “proteccionistas” de la Unión Europea equivalen a “un abuso de los remedios comerciales” y violan las normas de la WTO.
Fuente: RT