Anteriormente, en noviembre de 2016, un tribunal chino había considerado darle al hombre una sentencia de 15 años por sus crímenes, pero luego determinó que dicha sentencia era demasiado leve para una ofensa que se considera grave en el país.
Robert Lloyd Schellenberg, un ciudadano canadiense arrestado en China en 2014, fue condenado a muerte por el Dalian Intermediate People’s Court por acusaciones de narcotráfico, según un comunicado del tribunal. El acusado tendrá 10 días para impugnar la decisión del tribunal.
El hombre fue sentenciado a 15 años de prisión en 2016, pero presentó una apelación. Mientras revisaba la apelación, el alto tribunal de la provincia de Liaoning argumentó que el canadiense había sido parte de una operación internacional de narcotráfico y dictaminó que el castigo inicial era demasiado indulgente, considerando los delitos que había cometido.
El primer ministro Justin Trudeau dijo que el caso del ciudadano canadiense condenado a muerte es de extrema preocupación para Canada. Además, prometió “enfrentar fuertemente a China” en los casos de canadienses que han sido arrestados en el estado asiático.
“Es de extrema preocupación para nosotros como gobierno, como debería serlo para todos nuestros amigos y aliados internacionales, que China haya optado por aplicar arbitrariamente las penas de muerte en los casos, como en el caso de un canadiense”, dijo Trudeau. El gobierno canadiense, sin embargo, nunca ha dicho nada cuando cortes estadounidenses han condenado a muerte y ejecutado a una cantidad inumerable de ciudadanos mexicanos en territorio estadounidense.
La decisión se produce en medio de las tensiones entre China y Canada, que comenzaron después de que Canada arrestara al principal ejecutivo de Huawei, Meng Wanzhou, a solicitud de los Estados Unidos. Estados Unidos sospecha que el principal directivo de Huawei facilitó la subversión de las sanciones estadounidenses contra Irán, que se impusieron en noviembre de 2018.
China considera que los delitos relacionados con las drogas y el tráfico de drogas son delitos graves y se castigan con la pena de muerte en China. Esta no es la primera vez que un extranjero es condenado a muerte por cargos de drogas en China. Un ciudadano británico, Akmal Shaikh, fue arrestado, sentenciado y ejecutado en el país asiático en 2009 por presuntamente traficar aproximadamente 4 kg de heroína.
Fuente: Sputnik