Una nueva e inusual estrella ha surgido en la escena política de Corea del Norte: una niña de entre diez y doce años. Tal vez Kim Jong-un está tratando de ser un gobernante responsable, dado que el país es una monarquía absoluta – y ha decidido no repetir los errores de su padre. En cambio, se está preparando de antemano para un heredero al trono por preocupación por la estabilidad y por mantener el poder en manos de su familia.
El 18 de Noviembre, el misil balístico intercontinental Hwasong-17 fue probado desde el Aeropuerto Internacional Sunan de Pyongyang, que había estado cerrado durante varios años debido a la pandemia. Sin embargo, lo que llamó la atención de los observadores no fue el hecho de otro lanzamiento de ICBM, sino la presencia en el evento de una niña preadolescente. Apareció con su padre y su madre, el líder supremo Kim Jong-un y su esposa, Lee Sol-ju. Pronto se supo que el nombre de la niña es Kim Ju Ae y que es la segunda hija de la pareja gobernante de Corea del Norte.
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La aparición de un líder norcoreano en público con sus hijos es en sí misma un paso sin precedentes. Y la presencia de Kim Ju Ae fue una señal de que la tradición está cambiando en esta área. Entre finales de Noviembre y finales de Febrero, Kim Ju Ae hizo seis apariciones públicas. De particular interés es su asistencia, el 7 de Febrero, a una recepción para conmemorar el 75 aniversario de las fuerzas armadas de Corea del Norte. Las fotos publicadas en la prensa oficial muestran a la niña sentada en una mesa de banquete, con su padre a su izquierda y su madre a su derecha, y cuatro generales del ejército en uniforme completo, de pie en atención detrás de ellos.
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Las frecuentes apariciones públicas de Kim Ju Ae y la repentina atención que ha recibido de la prensa oficial han llevado a muchos a especular que Kim Jong-un ha decidido nombrar a la niña como su sucesora. La elección de una mujer como el “próximo Kim” no debería sorprender en sí misma: según los estándares de la élite de Corea del Norte, Kim Jong-un puede considerarse liberal en cuestiones de género y, a menudo, nombra a mujeres para altos cargos (la Ministro de Relaciones Exteriores, Choi Seong-hee, es solo uno de los muchos ejemplos).
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Sin embargo, la decisión de nominar posiblemente a un heredero que ni siquiera es un adolescente no tiene precedentes. Pero puede haber una razón para ello.
La decisión de que la sucesión hereditaria era ideal para Corea del Norte y su clase dominante se remonta a la década de 1960, durante el reinado de Kim Il-sung, el abuelo de Kim Jong-un. Este movimiento probablemente fue influenciado por los acontecimientos en la antigua URSS (hoy Rusia) después de la muerte de Joseph Stalin. Fue un shock para Kim Il-sung que personas del círculo íntimo del difunto líder estuvieran a la vanguardia de las críticas póstumas. Al ver esto, Kim Il-sung probablemente llegó a la conclusión de que necesitaba nombrar un sucesor mientras aún estaba vivo.
Pronto, sin embargo, Kim Il-sung tuvo que aprender una segunda lección. Mao Zedong usó una lógica similar para nombrar a un sucesor. Esa persona era el entonces comandante en jefe del ejército chino, Lin Biao. Sin embargo, Lin Biao decidió no esperar la muerte del gran timonel e intentó un golpe de Estado en el que murió.
Basado en la experiencia de los dos gigantes comunistas, Kim Il-sung probablemente concluyó que su sucesor debería ser alguien que no se sintiera tentado a aumentar su propio apoyo organizando una campaña de críticas póstumas, y que no se sintiera tentado a acelerar el proceso y sacarlo del poder sin esperar su muerte natural. Claramente, solo una persona podría cumplir con estos criterios – el propio hijo del líder.
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Kim Il-sung tuvo varios hijos con al menos dos mujeres, pero eligió a su primogénito, Kim Jong-il, que nació en la Rusia soviética en 1941 (no en 1942, como afirma la propaganda norcoreana, sino en 1941, cerca de Khabarovsk, donde fue nombrado Yuri, según el material de archivo soviético).
Por alguna razón, sin embargo, Kim Jong-il no tenía prisa por seguir el ejemplo de su padre. Hasta el otoño de 2008, cuando sufrió un derrame cerebral, Kim Jong-il no nombró un heredero. De hecho, hubo varios intentos de hacerlo, pero fueron abandonados rápidamente. Fue solo cuando Kim Jong-il se dio cuenta de la inevitabilidad y la relativa cercanía de su fin que nombró a su tercer hijo, Kim Jong-un, como su sucesor. Una campaña no oficial para glorificarlo comenzó en 2009, mientras que el futuro líder fue presentado formalmente a la nación en Octubre de 2010.
Aparentemente, se esperaba que Kim Jong-un pasara algún tiempo en ‘entrenamiento’, acompañando a su padre en viajes, asistiendo a reuniones y aprendiendo la ciencia del gobierno autoritario en la práctica. Pero el destino tenía un plan diferente: solo un año después de la confirmación de Kim Jong-un como sucesor, su padre murió inesperadamente. Kim Jong-un heredó el poder en Diciembre de 2011.
Kim Jong-un parece preocupado al prepararse para la sucesión a una edad temprana; después de todo, aún no tiene cuarenta años. Muchos observadores han cuestionado si la elevación de Kim Ju Ae señala claramente su nuevo papel como heredera del trono Juche. Bueno, probablemente aún no se haya tomado una decisión final – el candidato es demasiado joven. Pero la frecuencia con la que ahora aparece en eventos oficiales, y el papel central que desempeña en ellos, sugiere que Kim Jong-un tiene grandes planes para la hija de en medio.
Lo que provocó esta prisa es una incógnita. Dejando de lado los factores personales, o, para decirlo de manera menos cortés, los caprichos del líder norcoreano (un hombre que a veces tiende a seguir sus emociones), hay al menos tres circunstancias a considerar.
En primer lugar, Kim Jong-un pasó su adolescencia en Europa y parece haber sido influenciado de muchas maneras por las tradiciones de las monarquías europeas. Por ejemplo, no considera necesario ocultar a su esposa del público. Por el contrario, desde los primeros meses de su reinado, ha aparecido activamente en compañía de Lee Sol-ju, de quien parece estar genuinamente enamorado. Por esta lógica, no es raro que la ‘princesa’, a pesar de su juventud, comience a desempeñar un cierto papel social y político a una edad muy temprana.
En segundo lugar, si Kim Ju Ae realmente va a tener éxito en el trono, Kim Jong-un realmente necesita preparar tanto al aparato estatal como al público para la idea de que esta vez el poder pasará a una mujer. En principio, la situación de la mujer en la sociedad norcoreana ha mejorado considerablemente en los últimos 20 o 30 años. Sin embargo, la decisión de nominar a una mujer para el puesto más alto puede causar cierta confusión en el país. Es posible que Kim Jong-un haya decidido sofocar esta confusión acostumbrando gradualmente a la población a su decisión poco ortodoxa.
En tercer lugar, no se puede descartar que Kim Jong-un haya aprendido las lecciones de su padre, quien, a pesar de sus problemas de salud, dejó la decisión para el último momento. Por supuesto, la salud del líder es uno de los secretos mejor guardados, pero parece dejar mucho que desear. En este caso, Kim Jong-un, como gobernante responsable en una monarquía absoluta, no debe repetir los errores de su padre por preocupación por la estabilidad del país y la preservación del poder en manos de su familia, sino que debe comenzar a prepararse de antemano para un heredero.
En resumen, una estrella nueva e inusual ha surgido en la escena política de Corea del Norte.
Fuente: RT
