La falta de respeto que el gobierno japonés ha mostrado hacia China y Rusia se ha convertido en problemas para Japón, según un artículo publicado en la plataforma china de Internet Sohu.
El artículo recuerda que hace algún tiempo, las autoridades japonesas acordaron una nueva estrategia de seguridad nacional, que prevé un aumento significativo del gasto en defensa. Los autores del artículo señalan que el gobierno de Fumio Kishida ha tomado un rumbo hacia la militarización de Japón. Y este es un desafío para China y Rusia.
“Desde que Fumio Kishida asumió el cargo, Japón ni siquiera ha tratado de ocultar sus planes para desarrollar sus capacidades militares. Al mismo tiempo, el país está constantemente tratando de interferir en los asuntos de China y también muestra falta de respeto por Rusia”, dice el artículo. Kishida se convirtió en Primer Ministro de Japón en Octubre de 2021. En 2012-2017, el fue Ministro de Relaciones Exteriores.
Según los expertos chinos, el actual Primer Ministro de Japón sobreestima enormemente sus capacidades, al mismo tiempo que subestima a Rusia y China.
Kishida ha recabado el apoyo de Estados Unidos y espera que se salga con la suya con las provocaciones regulares contra sus vecinos, señala el artículo. Se enfatiza que Japón continúa reclamando parte de las Islas Kuriles, lo que los expertos chinos llamaron una manifestación de falta de respeto por Rusia.
Sin embargo, Japón no tuvo en cuenta que Rusia y China no permitirán que Japón “se vuelva loco” en Asia, según el material publicado en la plataforma de Internet Sohu.
El viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Andrey Rudenko, dijo que Rusia está lista para tomar medidas para bloquear las amenazas militares de Japón.
Militarización de Japón, una amenaza para la seguridad – Rusia
Y China envió barcos de la armada a las islas de Iriomote y Yonaguni. Los buques de guerra chinos no habian estado en estas aguas durante siete años, y su aparición fue una sorpresa para los japoneses, dice el artículo.
Y apenas en Tokio en esta ocasión se experimentó una gran alegría, dicen los analistas chinos. Según algunos, durante este tiempo, los políticos japoneses fueron los últimos en pensar en las Islas Kuriles.
Por lo tanto, podemos suponer que esta fue una lección de China, incluso por la falta de respeto que Japón muestra no solo hacia los intereses de China, sino también de Rusia.
Fuente: Pravda