Las montañas afganas están a punto de sentirse menos solitarias. China ha anunciado que pagará la factura de la construcción y el equipamiento de una nueva base en el norte de Afganistán, aunque dejarán la manutención de la base a los propios afganos.
El general Dawlat Waziri, portavoz del Ministerio de Defensa afgano, dijo a la Fergana News Agency (FNA) que China está financiando la base en algún lugar de la provincia nororiental Badakhshan, que cubre la frontera montañosa de 47 millas entre los dos países.
Waziri agregó que China se encargaría de todos los gastos materiales y técnicos: armas y uniformes, equipo militar, infraestructura y todo lo demás. La ubicación exacta de la base aún no se ha determinado, pero FNA agregó que sería el comienzo de lo que se supone será una importante cooperación de seguridad y antiterrorismo entre Afganistán y China en las regiones del norte de Afganistan.
La decisión de construir la base se tomó durante una reunión entre el ministro de Defensa chino, Chang Wanquan, y su homólogo afgano, Tariq Shah Bahrami, en diciembre.
Xu Qiliang, vicepresidente de la Comisión Militar Central de China, quien también asistió a la reunión, dijo a China Military Online que China construirá la base en algún momento de 2018 para “fortalecer la cooperación pragmática en áreas de intercambio militar y antiterrorismo y para salvaguardar la seguridad de los dos países y la región, haciendo contribuciones al desarrollo de la asociación estratégica de cooperación entre China y Afganistán “.
Sin embargo, China no lo está haciendo por la bondad de sus corazones. Badakhshan se ha convertido rapidamente en el hogar de los militantes Uighur que han utilizado el Paso de Wakhjir, el único cruce entre los dos países, para moverse entre Badakhshan y la inquieta provincia china de Xinjiang.
“A China le preocupa que los Uighur chinos entre las filas de los terroristas puedan cruzar el territorio chino a través de Afganistán y convertirse en un dolor de cabeza para las autoridades chinas”, un funcionario anónimo de seguridad afgano dijo a FNA.
La minoría Uighur de Xinjiang tiene una relación conflictiva con el gobierno chino controlado por los chinos Han, y los dos grupos viven casi por completo separados a pesar de que Xinjiang es hogar de grandes poblaciones de ambos. Los Uighur no pueden servir en el gobierno mientras mantengan posiciones islámicas, y en general viven en la pobreza incluso según los estándares regionales.
Esto ha galvanizado a los grupos terroristas islámicos Uighur y las subsequentes represalias del gobierno chino. Las tensiones estallaron a mediados de 2009 cuando los rebeldes Uighur atacaron a los chinos Han en la capital regional de Urumqi, provocando que las fuerzas de seguridad respondieran. Alrededor de 200 personas murieron en un solo día de disturbios.
El cruce entre Afganistán y China es extremadamente difícil porque el paso de Wakhjir está cerrado al público, no tiene una carretera que lo atraviese y resulta intransitable por el hielo y la nieve durante aproximadamente cinco meses al año. Sin embargo, los grupos militantes y de contrabando de drogas aún logran mantener rutas a través del paso.
China ha estado presionando agresivamente por lazos más fuertes con su vecino empobrecido y devastado por la guerra, mediando disputas entre Afganistán y Pakistán y ofreciendo involucrar al gobierno afgano en el China-Pakistan Economic Corridor de 60,000 millones de dólares que planean construir con Pakistán.
Fuente: Sputnik