Asia Pacifico

Los plásticos se acumulan despues que China prohibe recibir el reciclaje de Estados Unidos, Canada y Europa

Desde que China anunció el año pasado que ya no quería ser el “basurero mundial”, reciclando cerca de la mitad de los plásticos y productos de papel del mundo, los paises occidentales han estado desconcertados sobre qué hacer despues que la prohibición china entró en vigencia, el pasado 1 de Enero.
La respuesta, hasta la fecha, en Gran Bretaña al menos, es nada. Al menos un sitio de disposición de desechos en Londres ya está viendo una acumulación de materiales reciclables de plástico y ha tenido que pagar para que se elimine parte de este.
Se han reportado acumulaciones similares en Estados Unidos, Canadá, Irlanda, Alemania y varias otras naciones europeas, mientras que toneladas de basura se acumulan en ciudades portuarias como Hong Kong.
Steve Frank, de Pioneer Recycling en Oregon, posee dos plantas que recolectan y clasifican 220,000 toneladas de materiales reciclables cada año. La mayoría de ella fue hasta hace poco exportada a China.
“Mi inventario está fuera de control”, dijo.
La prohibición de China, dijo Frank, ha causado “un gran trastorno en el flujo de materiales reciclables a nivel mundial”. Ahora, el dijo, espera exportar residuos a países como Indonesia, India, Vietnam, Malasia, “cualquier parte donde podamos”, pero “estos paises no pueden compensar la diferencia”.
En Gran Bretaña, Jacqueline O’Donovan, director general de la empresa británica de disposición de desechos O’Donovan Waste Disposal, dijo que “el mercado ha cambiado por completo” desde que entró en vigor la decisión de China. Su compañía recolecta y dispone (envia al extranjero) unas 70,000 toneladas de basura de plástico cada año, dijo, y espera “enormes cuellos de botella en toda Inglaterra” en los próximos meses.
La primera ministra de Gran Bretaña, Theresa May, se comprometió el jueves a eliminar los desechos evitables dentro de 25 años. En un discurso preparado, instó a los supermercados a introducir pasillos libres de plástico donde toda la comida está suelta.
La Unión Europea, por su parte, planea proponer un impuesto sobre las bolsas de plástico y el embalaje, citando la prohibición de China y la salud de los océanos, entre otras razones.
Esas medidas podrían ayudar a aliviar la situación algún día, pero por ahora Gran Bretaña se enfrenta a una creciente acumulación de materiales reciclables y ningun lugar dónde ponerlos. Los expertos dicen que la respuesta inmediata a la crisis bien podría ser recurrir a la incineración o a los rellenos sanitarios, ambos dañinos para el medio ambiente.
La prohibición de China cubre las importaciones de 24 tipos de desechos sólidos (incluido el papel sin clasificar y el tereftalato de polietileno de bajo grado utilizado en las botellas de plástico) como parte de un amplio esfuerzo de limpieza y una campaña contra el “yang laji” o “basura extranjera”. La prohibición tambien establece nuevos límites en los niveles de impurezas en otros materiales reciclables.
China había estado procesando al menos la mitad de las exportaciones mundiales de papel usado, metales y plástico usado, 7,3 millones de toneladas en 2016, según datos recientes de la industria. En julio pasado, China notificó a la World Trade Organization que tenía la intención de prohibir algunas importaciones de basura, diciendo que la acción era necesaria para proteger el medio ambiente y mejorar la salud pública.
“Grandes cantidades de desechos sucios o incluso desechos peligrosos se mezclan en los desechos sólidos (que Occidente envia a China) que pueden usarse como materia prima”, escribió China al W.T.O. “Esto contaminó seriamente el medio ambiente de China”.
Los funcionarios chinos también se quejaron de que gran parte del material reciclable que el país recibía del extranjero no había sido limpiado adecuadamente o habia sido mezclado con materiales no reciclables.
El movimiento repentino ha dejado a los países occidentales luchando para hacer frente a una acumulación de basura de plástico y papel mientras buscan nuevos mercados para los residuos.
“No es solo un problema del Reino Unido”, dijo Simon Ellin, director ejecutivo de la Recycling Association en Gran Bretaña. “El resto del mundo está pensando: ‘¿Qué podemos hacer?’ Estos son tiempos difíciles”.
En Halifax, Nova Scotia, donde regularmente se envió el 80 por ciento de su reciclaje a China, Matthew Keliher, gerente de desechos sólidos de la ciudad, dijo que había encontrado en gran medida alternativas para enviar plástico, excepto la película plástica de bajo grado que se usa para hacer bolsas de supermercado y para envolver. La acumulación de esos plásticos han excedido tanto la capacidad de almacenamiento de la ciudad, que Halifax tuvo que obtener un permiso especial para enterrar alrededor de 300 toneladas métricas del material en un relleno sanitario.
En Calgary, Alberta, donde regularmente se envió el 50 por ciento de sus residuos plásticos y el 100 por ciento de sus residuos de papel no separados a China, el material se ha almacenado en almacenes vacíos, contenedores para transporte, remolques y bodegas desde el otoño pasado. Hasta el momento, se han almacenado 5,000 toneladas, dijo a Canadian Broadcasting Corporation Sharon Howland, Gerente principal de servicios de reciclaje y desperdicios de la ciudad.
“El material es un recurso vendible, así que los almacenaremos todo lo que podamos y evaluaremos nuestras opciones desde allí”, ella dijo.
En Gran Bretaña, incluso la clase política fue tomada por sorpresa. Cuando se le preguntó frente a los legisladores sobre la prohibición inminente china el mes pasado, el secretario de Medio Ambiente, Michael Gove, perdió el control: “No sé qué impacto tendrá. Es algo para lo cual – voy a ser completamente honesto – no he pensado lo suficiente “.
La contaminación por plásticos ha captado la atención mundial en los últimos años. Una nueva serie de David Attenborough en la BBC, “Blue Planet II”, ha mostrado que las bolsas y botellas de plástico obstruyen los océanos y matan peces, tortugas y otros animales marinos, lo que llevó a los gobiernos a establecer reglas más estrictas.
Cada año, Gran Bretaña envía a China suficientes materiales reciclables para llenar 10,000 piscinas de tamaño olímpico, según Greenpeace U.K. Estados Unidos exporta más de 13.2 millones de toneladas de papel de desecho y 1.42 millones de toneladas de desechos plásticos al año a China, el Institute of Scrap Recycling Industries ha informado. Esa es la sexta exportación (basura) estadounidense más grande a China.
“Puede haber mercados alternativos, pero no están listos hoy”, dijo Emmanuel Katrakis, secretario general de la European Recycling Industries’ Confederation en Bruselas.
Katrakis rechazó las afirmaciones de China de que todos los desechos importados contenían altos niveles de contaminantes, y dijo que los limites permisibles (de tales contaminantes) de China para la mayoría de los tipos de desechos eran “mucho más exigentes” que en Europa o los Estados Unidos. Al mismo tiempo, dijo, Europa se ha centrado demasiado en la recolección de desechos de plástico y su envio al extranjero, y no lo suficiente en alentar a los fabricantes a reusarlos en nuevos productos.
“Tenemos que comenzar a producir menos (basura) y tenemos que producir productos reciclables de mejor calidad”, dijo Ellin.
Muy a menudo, dijo, los fabricantes producen productos dañinos para el medio ambiente y luego “pasan la factura” a los minoristas, quienes a su vez lo pasan a los consejos locales en las ciudades para que “pagen la cuenta” y clasifiquen los desechos para su reciclaje.
“Lo que sucedió es que el eslabón final de la cadena de suministro se detuvo y dijo: ‘No, ya no vamos a tomar estas cosas de mala calidad. Guárdalas para ti “.
“La contaminación ya no puede ser más del 0.5 por ciento”, el dijo, refiriéndose a los estrictos niveles que China ha impuesto sobre algunos de los materiales que no ha prohibido hasta ahora.
¿Los desechos plásticos del exterior son “la razón por la que no se puede ver el cielo azul en China?”, el preguntó. “No lo creo. Ve a luchar en las grandes batallas, no en las pequeñas batallas “.

Fuente: NYT