El embajador de China en Estados Unidos Qin Gang ha advertido de las graves repercusiones de las tensiones en curso entre China y Estados Unidos sobre el futuro de Taiwán.
En declaraciones a la emisora pública estadounidense National Public Radio (NPR), Gang describió el problema de Taiwán como “el polvorín más grande entre China y Estados Unidos”.
“Si las autoridades taiwanesas, envalentonadas por Estados Unidos, siguen por el camino de la independencia, lo más probable es que involucren a China y a Estados Unidos, los dos grandes países, en el conflicto militar”, argumentó Qin Gang.
El enviado culpó a las autoridades taiwanesas de la situación actual, acusando a Taiwán de perseguir “su agenda independencista al pedir el apoyo y el aliento de los Estados Unidos”. El diplomático afirmó que Estados Unidos “está jugando la carta de Taiwán para contener a China”.
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Gang habló después de que el ministro de Relaciones Exteriores chino, Wang Yi, dijera a los periodistas a finales de Diciembre que al “alentar a las ‘fuerzas independencistas’ de Taiwán”, la White House no solo pone a Taiwán en una situación extremadamente peligrosa, sino que también expone a los Estados Unidos a pagar un precio desvastador”. El principal diplomático chino agregó que Taiwán “no tiene otra salida que la reunificación con China continental”.
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Esto siguió al portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores chino, Zhao Lijian, acusando a “algunas fuerzas estadounidenses” de manipular obstinadamente el tema de Taiwán en un intento por “controlar a China”, algo que, según él, había “agravado” aún más las tensiones en el Estrecho de Taiwán.
Zhao instó a Estados Unidos a adherirse al principio de “One China” y a “ser cautelosos en sus palabras y hechos sobre cuestiones relacionadas con Taiwán”.
A finales de Octubre, otro portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, Wang Wenbin, respondió a la promesa anterior del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, de “defender Taiwán”, instando al presidente estadounidense a no subestimar el compromiso de China con sus reclamos sobre la isla.
Wang llamó a Taiwán “una parte inalienable del territorio de China”, y agregó que “el tema de Taiwán es un asunto puramente interno de China que no permite la injerencia extranjera”.
Tensiones en Taiwán e injerencismo de Estados Unidos
Las declaraciones del portavoz fueron precedidas por el envío de casi 40 aviones de combate a la zona de identificación de defensa aérea de Taiwán durante dos días seguidos. Los vuelos se produjeron después de que las delegaciones de Estados Unidos y la Unión Europea visitaran la isla y al presidente de Taiwán, Tsai Ing-wen, admitiendo la presencia de tropas estadounidenses en territorio taiwanés con fines de entrenamiento en una entrevista con CNN. El Wall Street Journal informó anteriormente que los marines estadounidenses y las fuerzas de operaciones especiales habían estado entrenando en secreto a los soldados de Taiwán “durante más de un año”.
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La tensa situación se ha exacerbado aún más por el envío reiterado de buques de guerra estadounidenses al Estrecho de Taiwán, que separa la isla de China continental. China califica tales misiones de provocaciones, describiendo a Estados Unidos como “el destructor de la paz y la estabilidad” en el estrecho de Taiwán y “un creador de riesgos para la seguridad en la región”.
Taiwán, que se ha gobernado independientemente de China desde 1949, sostiene que es un país autónomo, mientras que China ve a la isla como una provincia separatista. Percibiendo a la isla como una parte integral de su territorio, China se adhiere a una política de reunificación pacífica bajo el modelo de “One China – Two Systems”.
Estados Unidos no tiene relaciones diplomáticas formales con Taiwán, manteniendo, sin embargo, una oficina de representación en Taipei, y siendo el mayor proveedor de armamento militar de la isla.
Fuente: Sputnik
