China ha invertido cientos de miles de millones de dólares en la industria de la defensa en los últimos años, logrando un progreso constante en la creación de una serie de drones avanzados, sistemas de misiles, aviones, buques de guerra y otras armas en medio de los movimientos de Estados Unidos para “pivotear hacia Asia” y reforzar su propia presencia militar en la región de Asia Pacífico.
Los medios chinos han promocionado algunas de las capacidades avanzadas del nuevo dron de combate WJ-700 Lieying (‘Falcon’), haciendo alarde de su capacidad para volar a altitudes de hasta 15,000 metros, para llevar misiles pesados y “hacer realidad las escenas de formación de combate en las películas”.
En un reciente informe de televisión, China Central Television (CCTV) reveló que el WJ-700, que realizó su primer vuelo en Enero de 2021, es capaz de operar de forma independiente o en coordinación con otros drones, y está en el centro de un ambicioso nuevo programa integrado de vigilancia y ataque desarrollado para la People’s Liberation Army (PLA).
Construido por la estatal China Aerospace Science and Industry Corporation (CASIC), y presentado por primera vez en una exhibición aérea a finales de 2018, el Falcon pesa 3,500 kg, tiene un tiempo de resistencia estimado de 20 horas, una velocidad de crucero de hasta 600 km por hora y la capacidad de transportar una gama de armas pesadas, incluidos misiles aire-superficie, armamentos antibuque y municiones que destruyen búnkers.
El diseñador jefe Ma Hongzhong dijo a CCTV que el techo de vuelo del dron le permitirá evadir todas las defensas aéreas enemigas menos las más sofisticadas. “El techo de vuelo alto también agregará energía cuando se trata de disparar misiles, porque tendrán un alcance de ataque más largo”, el dijo.
Se espera que las comunicaciones del dron con el control terrestre y/u otros vehículos aéreos no tripulados (UAV) y aeronaves se logren a través de satélites, así como estaciones terrestres.
A principios de este año, CASIC dijo al Global Times que, además de las necesidades nacionales, el dron podría exportarse al extranjero durante los próximos cinco a diez años.
El dron es el primer dron de gran altitud, alta velocidad y larga resistencia con capacidades de ataque y reconocimiento en el arsenal de China. Solo un puñado de otros países han demostrado la capacidad para construir estos vehículos aéreos no tripulados.
El diseño del monoplano es un rompimiento con los drones anteriores de la serie WJ, incluidos el WJ-500, WJ-600 y WJ-600A/D, que cuentan con una plataforma de lanzamiento de vehículos y una apariencia similar a un misil de crucero perfeccionado por diseñadores soviéticos en las décadas de 1970 y 1980.
China ya es un líder mundial en la venta de aviones aéreos no tripulados para aplicaciones civiles y militares. Se espera que la nación asiática constituya casi una cuarta parte del mercado global de drones para 2024, compensando a los fabricantes nacionales miles de millones de dólares en ganancias.
Fuente: Sputnik