Asia Pacifico

‘Un error’: Estados Unidos admite que ataque de dron en Kabul mató a 10 civiles, incluyendo 7 niños, y NO terroristas de ISIS-K; nadie será castigado

Después de semanas de insistir en que el ataque del 29 de Agosto en Kabul mató a un terrorista de ISIS-K, el US Central Command ha admitido que las víctimas eran civiles, incluidos niños, pero según se informa no disciplinará a nadie involucrado.
El Marine General Kenneth McKenzie, jefe de CENTCOM, anunció el viernes que el misil Hellfire disparado contra una casa en Kabul justo antes de que terminara el puente aéreo estadounidense no mató a un facilitador del grupo terrorista Islamic State Khorasan (ISIS-K).
El ataque con drones no tripulados en Kabul “fue un error”, dijo McKenzie, reconociendo que “diez civiles, incluidos hasta siete niños, murieron trágicamente.”
El ataque fue ordenado en “sincera creencia de que evitaría una amenaza inminente a nuestras fuerzas”, pero “fue un error y ofrezco mis sinceras disculpas”, agregó, ofreciendo “profundas condolencias” a los familiares de los muertos.

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McKenzie guió a los reporteros a través de la decisión de Estados Unidos de lanzar el ataque, citando “más de 60 piezas de inteligencia” sobre un inminente ataque del Islamic State Khorasan (ISIS-K), el grupo terrorista que reivindicó la responsabilidad del atentado suicida del 26 de agosto en el aeropuerto de Kabul, matando a 13 soldados estadounidenses y 170 civiles afganos. Media docena de drones estadounidenses monitorearon Kabul, y múltiples informes de inteligencia hablaban de un Toyota Corolla blanco siendo utilizado como coche bomba.

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El general Mark Milley, jefe del Joint Chiefs of Staff, dijo el 1 de Septiembre que se habían seguido todos los procedimientos apropiados, calificándolo de “ataque legal” y repitiendo la afirmación original de CENTCOM de que “explosiones secundarias” probaron que el vehículo objetivo estaba cargado con explosivos.
Una investigación del New York Times publicada el 10 de Septiembre, sin embargo, no encontró rastros de explosiones secundarias en el patio de la casa habitación objetivo. El Toyota blanco pertenecía a Zemari Ahmadi, que no era un terrorista de ISIS-K, sino un empleado de Nutrition & Education International, una organización benéfica financiada por Estados Unidos. Ahmadi acababa de solicitar una visa para emigrar a los Estados Unidos con su familia.
Ahmadi conduciendo a sus colegas hacia y desde el trabajo y trayendo jarras llenas de agua a su casa desde la oficina de NEI fueron señalados por los Estados Unidos como un comportamiento sospechoso. Así que cuando el se detuvo en el callejón de su casa y fue recibido por media docena de niños que normalmente lo ayudaban a aparcar el coche, un drone no tripulado MQ-9 Reaper disparó un misil Hellfire, matándolos a todos.
El puente aéreo estadounidense terminó justo antes de la medianoche del 30 de Agosto, dejando el aeropuerto y Afganistán a los talibanes. El hermano menor de Ahmadi, Emal, que habló con RT una semana después del ataque, llamó a los Estados Unidos “mentirosos absolutos” por decir que el ataque estaba dirigido contra ISIS-K.

“Sin ninguna prueba, sin ninguna investigación, nos atacaron y mataron a nuestros hijos, y nunca los perdonaremos”, dijo su primo Jamshid Yousoufi, cuya hija de 2 años Sumaya estaba visitando a la familia y murió en el ataque.

Fuente: RT