Articulo publicado el 28 de Diciembre de 2018.
Mientras que para casi todo el mundo la noticia ha pasado desapercibida, los logros económicos de Corea del Norte desde que gobierna el líder actual, Kim Jong-un, han sorprendido a muchos expertos en los asuntos de la península coreana.
Corea del Norte se ha convertido hoy en una potencia militar que no funciona a pleno rendimiento: se lo impiden las sanciones impuestas por la comunidad internacional.
En las últimas dos décadas, Corea del Norte hizo un verdadero cambio de rumbo en sus exportaciones. Si a principios de la década de los 90s una parte considerable de las exportaciones correspondía a productos textiles y electrónicos, en la del 2000 empezó a reducirse para dar paso a los minerales.
A día de hoy, más de la mitad de las exportaciones está representada por carbón, minerales de hierro, plomo, zinc, etcétera. La tasa de productos electrónicos en las exportaciones, a su vez, ha bajado de casi el 22% en 1995 al 2% en 2016.
Culpa de las sanciones
El cambio en la estructura exportadora no se circunscribe a las decisiones del Gobierno de Corea del Norte, explicó en una entrevista con Sputnik Evgueni Kim, analista de origen coreano de la Academia de Ciencias de Rusia.
Las dos causas principales de estas alteraciones son las sanciones y el bajo nivel de desarrollo tecnológico de Corea del Norte. Justo por estos dos motivos Corea del Norte es incapaz, al día de hoy, de fabricar productos que puedan competir con los de otros países, explicó Evgueni Kim.
Los intentos de salir al mercado internacional para esquivar las sanciones han fracasado.
“Hace un par de años, una empresa sueca compró un lote de jeans y luego trató de venderlo, pero pronto tuvo que retirar el producto. Muchas cosas que se podrían vender, no se venden precisamente por esta presión”, explicó Kim.
Las autoridades norcoreanas no han logrado modernizar su capacidad productiva al mismo nivel que su poderío militar. En otras palabras, les han faltado fondos para actualizar sus instalaciones de manufactura.
Otro obstáculo importante a las exportaciones es la falta de desarrollo del sistema de transporte en Corea del Norte, que también tiene que ver con las medidas económicas introducidas contra el país. Como consecuencia, las cargas tardan mucho tiempo en llegar a su destino”, el señaló.
Limar asperezas con el ‘hermano’ del sur
El 26 de diciembre de 2018 se publicó una noticia inspiradora para Corea de Norte: las delegaciones de Corea del Norte y Corea del Sur protagonizaron una ceremonia solemne de conexión de ferrocarriles. La posibilidad de creación de una red ferroviaria unida en la península de Corea es muy alentadora, y sobre todo dará impulso a las empresas surcoreanas, porque tal paso les brinda enormes oportunidades.
El acercamiento entre la Administración del presidente surcoreano Moon Jae-in y del lider supremo de Corea del Norte Kim Jong-un no es una mera coincidencia. En la época del presidente surcoreano Roh Moo-hyun — en el cargo entre 2003 y 2008 —, Moon Jae-in era el director de la Secretaría de la Presidencia — concretamente entre 2007 y 2008 —. Justo en este período, la parte surcoreana visitó Pyongyang. Hubo un intento de acercamiento. Los miembros del Gobierno surcoreano actual negociaron en aquella época con Corea del Norte para estrechar lazos comerciales.
Entonces tenían un puñado de propuestas y ahora tienen esa capacidad, subrayó Evgueni Kim. Se trata de un proyecto intercoreano de gran envergadura: el Complejo Industrial de Kaesong. Esta instalación contaba con 123 empresas surcoreanas, que empleaba a unos 53,000 norcoreanos.
El complejo fue cerrado en 2013 durante un período de tensiones entre Corea del Sur y Corea del Norte. Más adelante ese mismo año lo reabrieron, si bien suspendieron las obras otra vez en 2016 durante una nueva escalada de tensión.
“El cierre perjudicó a ambos países. La mayor parte de las empresas presentes en Kaesong eran negocios pequeños o medianos, y las mismas compañías desean regresar y reanudar sus operaciones allí hoy. Esta iniciativa les parece muy atractiva, porque los salarios que pagan en Kaesong son minúsculos en comparación con los de Corea del sur”, aclaró.
Evidentemente se trata de un negocio muy ventajoso. Los trabajadores de Corea del Norte, a diferencia de los del sur, son más disciplinados y nunca participan en huelgas, profundizó Kim.
Muchos propietarios de compañías sueñan con que las puertas se abran y con entrar a Corea del Norte y luego instaurar sus reglas. Bueno, no conseguirán conquistarla de esta manera”, el expresó.
Más allá de la península
“Corea del Norte goza de yacimientos considerables de caliza y metales de tierras raras, algo que atesora una gran importancia para el desarrollo de productos electrónicos. Tiene sitios que esperan inversiones y donde es posible ganar cantidades enormes de dinero. Pero la situación actual no lo permite”, dijo Evgueni Kim.
Corea del Norte podría diversificar a sus socios en el comercio exterior a través de la ampliación de lazos económicos con países como Rusia o Japón. El volumen de las exportaciones de la República Popular Democrática de Corea a la Federación Rusa se cifró en 2017 en 3.5 millones de dólares.
Rusia desarrolla activamente sus tierras en el Lejano Oriente y para estos fines requiere mucho hormigón. Y podría suministrárselo Corea del Norte con la caliza que tiene a su disposición, sugirió Evgueni Kim.
También Corea del Norte puede poner en el mercado una amplia variedad de frutos. En el pasado solían venderlos en las zonas adyacentes a la URSS, el actual territorio del Lejano Oriente ruso.
El caso de Japón es bastante peculiar, porque enfrenta un problema grave: el calentamiento global.
El agua cerca de las costas de Corea del Norte se está calentando y los peces que solían poblar la zona cercana al sur de la península se mueven hacia el norte. Japón tiene grandes necesidades de pescado, de manera que Corea del Norte podría ocuparse de la tarea y vender el pescado tanto a Japón como a Corea del Sur”, el vaticinó.
Corea del Norte podría ampliar su cooperación y tendría bastante éxito con los países de Sureste Asiático.
Además, existen posibilidades de desarrollar lazos económicos con América Latina, pero las líneas de abastecimiento son bastante largas y esto requiere más gastos. Entre los países latinoamericanos hay que destacar a Cuba, que tiene las más fluidas relaciones económicas con los norcoreanos.
Corea del Norte, entre otras cosas, afronta una especie de bloqueo naval. Las embarcaciones que atracan en los puertos norcoreanos no pueden ir después a los del sur.
“Corea del Norte no realiza desde hace un año pruebas nucleares ni de misiles. Sería adecuado retirarle las sanciones. Así su economía prosperaría. No cabe duda de que el país, que ha sido capaz de desarrollar sus fuerzas nucleares bajo el régimen de sanciones, es apto para robustecer su economía en unas nuevas condiciones”, el concluyó.
El embajador de Rusia en Corea del Norte, Alexandr Matsegora, expresó a mediados de noviembre el deseo de su país de mitigar gradualmente el régimen de sanciones a Corea del Norte y aseguró que Rusia está dispuesto a participar en las garantías de seguridad a Corea del Norte.
Fuente: Sputnik