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El IMF fue cómplice de crisis económica argentina – Presidente electo Alberto Fernández

El presidente electo de Argentina, el peronista Alberto Fernández, involucró al International Monetary Fund (IMF) en la grave crisis económica que enfrenta ese país sudamericano.

Todos saben que han sido cómplices, que el Fondo (IMF) ha sido cómplice de lo que ha pasado”, dijo Fernández en el programa ‘Conversando con Correa’, que conduce el exmandatario ecuatoriano Rafael Correa en el canal RT.

 

EL jueves, el portavoz del IMF, Gerry Rice, aseguró que el organismo crediticio cooperará con la administración de Fernández, que asumirá como presidente el 10 de diciembre.
El mandatario electo reconoció que la situación económica de su país es bastante grave y enfrenta “problemas que jamás se nos ocurrió que podríamos tener”.
Para el exjefe de gabinete del Gobierno de Néstor Kirchner (2003 – 2007), esto se debe a las políticas del actual jefe de Estado, Mauricio Macri, quien desde el 2015 infló la deuda externa nacional, que entonces equivalía al 38% del Producto Interno Bruto (PIB), hasta el actual 95% del PIB.
“El IMF le prestó a Macri 57,000 millones de dólares, que representa el 60% de lo que tiene prestado al mundo”, dijo Fernández, agregando que el IMF lo hizo “para que Macri pudiera sostenerse”.
El líder peronista expresó que “la campaña política más cara de la historia de la humanidad es la de Macri; a los argentinos nos costó 57,000 millones de dólares”, y reiteró que “en el estado en el que estamos tiene culpa Macri y tiene culpa el IMF”.
Fernández también recordó que Argentina siempre pagó sus deudas: entró en el IMF en 1957 y en 2005 pagó el 100% de los 9,800 millones de dólares adeudados.
“Nos sacamos de encima ese tema”, pero luego solo “en un año Macri tomó (prestado del IMF) casi 60,000 millones de dólares”, reiteró Fernández para que “la comunidad de naciones libres vea lo que ha pasado” en Argentina y “que no es un capricho de Alberto Fernández decir lo difícil que enfrentamos”.
No obstante, el futuro mandatario advirtió que lo que “el mundo tiene que entender es que nosotros no somos como Macri, nosotros no mentimos, y nosotros no podemos pagar en las condiciones que está la economía argentina”.
“La economía argentina se tiene que recuperar, tiene que volver a producir, tiene que volver a exportar y de ese modo tendrá dólares para hacer frente a sus obligaciones”, aseguró, lamentando que “hoy nada de eso ocurre”.
En el mismo sentido, Fernández recordó que “Macri va a dejar cinco millones de nuevos pobres, el 40% de la población argentina debajo de la línea de pobreza; ese es el resultado de Macri”.
“Empezamos un trabajo con (la expresidenta) Cristina (Fernández, 2007-2015) de convocar a todos, y todos tuvieron la buena voluntad de acercarse y de volver a sumarse; y todos entendimos que la no unión nuestra conducía una vez más a la derrota del campo popular”, concluyó.
El IMF entregó hasta el momento 44,000 millones de dólares de los 56,300 millones de esa divisa que se comprometió a desembolsar en el marco el acuerdo “stand by” (de contingencia) alcanzado con el Gobierno de Macri el año pasado.
El organismo debe desembolsar todavía 12,300 millones de dólares, de los cuales 5,400 millones se esperaban a mediados de septiembre.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, aseguró en una llamada telefónica a Fernández el pasado viernes que el IMF iba a cooperar con el país sudamericano en relación al rescate asumido por el Gobierno actual.
El Gobierno de Macri concluirá el próximo 10 de diciembre, cuando asuma el presidente electo y su compañera de fórmula, la senadora y exmandataria Cristina Fernández de Kirchner.

La unidad de Latinoamérica

“Está todo disperso, nos han dividido peligrosamente”, afirmó Fernández, e indicó que está dispuesto a usar el tiempo que haga falta para reconstruir la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur).
De la destrucción de la Unasur “se hicieron cargo los poderes dominantes” porque, según Fernández, la unidad es el modo que tiene América Latina para enfrentar la globalización; “no hay otro modo”, aseguró.
Fernández también observó que “América Latina vive un proceso de desintegración creciente” con múltiples “acuerdos regionales que ninguno se respeta”, entre los que mencionó la Alianza del Pacífico, el Pacto Andino, el Mercosur y la Unasur.
En este contexto, el presidente electo reveló que en una “muy buena y muy larga reunión de cuatro horas” que mantuvo esta semana con el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, la integridad de la región fue el tema central.

“Tal vez, el país más norteño de la América Latina y el país más al extremo sur de América Latina puedan construir un eje que reviva de vuelta la unidad”, dijo Fernández, ampliando que para ello hay que trabajar en ese proceso integrador y que “México vuelva a mirar al sur”.

Fernández fue recibido el lunes por López Obrador en su despacho del Palacio Nacional, sede del Gobierno.
Alberto Fernández ya anticipó que cuando asuma su mandato retirará a su país del Grupo de Lima, que integra el Gobierno saliente de Mauricio Macri junto con otros 11 países de América Latina y Canadá, con miras a la salida del actual presidente venezolano Nicolás Maduro mediante elecciones libres.
Antes de ganar las elecciones generales, Fernández, que asumirá como presidente de Argentina el próximo 10 de diciembre, visitó Uruguay, España, Portugal, Bolivia y Perú.

Chile se sostenía por paciencia de los ciudadanos

“Y solo falta que el 1% de Chile se lleve el 30% del ingreso para que Chile explote”, dijo Fernández, y señaló que durante “todos estos años (…) uno miraba la desigualdad que había en Chile, y decía: ‘El ‘milagro chileno’ no es la economía de Chile, el milagro de Chile es la paciencia de los chilenos'”.

El presidente electo reiteró que la razón de las protestas antigubernamentales que vive estos días la nación chilena “no fue el aumento del (pasaje del) metro, fue la enorme desigualdad que hay”.
Asimismo, analizó que dicho dilema tiene lugar no solo en Argentina, sino que “el debate sigue siendo exactamente el mismo (…) en muchos lados de América Latina”.
“Es lo que uno ve en Chile”, donde “los dirigentes más progresistas (…) no podían resolver el problema de la igualdad”, por lo que “en verdad el ingreso chileno quedaba concentrado en muy pocas manos”, indicó.
Las movilizaciones comenzaron el 14 de octubre en Chile debido a un alza de 30 pesos (menos de un dólar) en el precio del pasaje del Metro de Santiago, que días más tarde fue anulada por Piñera.
Sin embargo, las protestas no disminuyeron abarcando otros reclamos sociales y tomaron un cariz mucho más intenso, que incluyó incendios y destrucción de varias estaciones del Metro, y decenas de manifestaciones en diversos lugares del Chile con marchas y cacerolazos.
Hasta el momento la cifra oficial es de 23 muertos, cinco de los cuales perdieron la vida a manos de efectivos de las Fuerzas Armadas y Carabineros.

Fuente: Sputnik