El ejército y la policía peruanos prometieron lealtad al presidente Martin Vizcarra después de que fue acusado de lanzar un golpe de estado disolviendo el parlamento. La oposición, mientras tanto, votó para destituirlo de su cargo.
La lenta crisis política en Perú llegó al punto de ebullición después de que Vizcarra disolvió el parlamento controlado por la oposición el lunes y convocó a una nueva elección general en enero.
“Que esta medida excepcional permita a los ciudadanos expresarse finalmente y decidir el futuro del país en las urnas”, dijo en un discurso televisado.
Vizcarra previamente amenazó con disolver el parlamento si la oposición continuaba bloqueando sus proyectos de ley anti corrupcion (anti robo). El presidente finalmente decidió hacer el movimiento después de que los legisladores votaron para reemplazar a casi todos los jueces del Tribunal Constitucional a pesar de sus objeciones.
Mientras que Vizcarra insiste en que sus acciones son completamente legales, el Parlamento las declaró inconstitucionales y “una amenaza para la democracia”. Los legisladores votaron para destituir a Vizcarra de su cargo y juraron a la vicepresidenta Mercedes Araoz como presidente interino del Perú.
Vizcarra ha dejado en claro que no renunciará. Poco después de disolver el parlamento, se reunió con los jefes del ejército, la marina, la fuerza aérea y la policía, y todos ellos afirmaron su lealtad hacia él como presidente.
“Martin Vizcarra es el Comandante en Jefe de las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional del Perú”, dijo el ejército más tarde en un comunicado.
Al mismo tiempo, se realizaron manifestaciones en varias ciudades en apoyo de Vizcarra y su movimiento para disolver el parlamento.
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Fuente: RT
