Una investigación reciente ha dejado al descubierto evidencia explosiva de que Estados Unidos está suministrando armas a grupos terroristas en Siria, Irak y Yemen. El hallazgo hecha por tierra las tan preciadas afirmaciones de Estados Unidos de su “war on terror”.
La periodista búlgara Dilyana Gaytandzhieva y su sitio web Arms Watch han descubierto quizás algunas de las pruebas más incriminatorias que hasta ahora vinculan al Pentágono estadounidense (US Department of Defence) con grupos yihadistas afiliados a al-Qaeda * en todo el Medio Oriente.
En una hazaña de reportajes de investigación llevados a cabo en los últimos dos años, Arms Watch ha atado cabos que dejan al descubierto una red completa de tratos encubiertos orquestados por el Pentágono. La devastadora implicación es que un syndicate global que involucra a contratistas de armas de Estados Unidos, funcionarios del gobierno estadounidense que actúan como compradores y el uso de cientos de aeronaves civiles con “autorización diplomática” – toda esta logística debe haber tenido autorización de alto nivel en Estados Unidos.
Entonces, cuando el presidente Trump se jacta de “derrotar el terror” en Siria o luchar contra los “mercenarios respaldados por Irán” en Yemen, es un mentiroso o no tiene idea de lo que realmente están haciendo sus jefes militares y de inteligencia. Involucrados hasta el cuello para apoyar el terrorismo a escala industrial.
El esquema gigante de trasiego de armas opera para comprar armamento estadounidense no estándar de compañías de armas en los Balcanes – Bulgaria, Croacia y Serbia. Los cargamentos que comprenden millones de piezas de armas, incluidos rifles de asalto, morteros y cohetes, generalmente se transportan a la base aérea estadounidense, Al Udeid, en Qatar. Desde allí, las armas se transportan a varios equipos terroristas en Siria, Irak y Yemen.
¿Cómo se rastrean las armas desde los terroristas hasta los compradores del gobierno de los Estados Unidos?
Vehículos blindados de la coalición liderada por Estados Unidos patrullan la ciudad de Ras al-Ain, en la provincia siria de Hasakeh, el 28 de julio de 2019. © AFP 2019
Como explica Arms Watch, los números de serie de las armas individuales recuperadas en los operativos por el ejército árabe sirio en las antiguas bases de militantes muestran una coincidencia exacta con la orden y los números de lote en los documentos que Arms Watch recibió de filtraciones anónimas. Otros documentos filtrados (correos electrónicos, escaneos de pasaportes) revelan que funcionarios del gobierno de Estados Unidos compran inventarios de armas con los mismos números de serie de las compañías de armas en Bulgaria, Croacia y Serbia.
Otro método de identificación es un examen minucioso de los videos de propaganda publicados por el llamado Islamic State (ISIS o Daesh) * y otros afiliados de Al Qaeda como el Nusra Front (renombrado como Tahrir Hayat al-Sham). A partir de las armas que se muestran en los videos que manejan los militantes, los números de serie se pueden identificar y rastrear hasta los Balcanes y los compradores estadounidenses.
Estamos hablando aqui de millones de armas y decenas de millones de dólares. Esto no podría ser llevado a cabo por agencias de inteligencia estadounidenses ilegales que actúen sin autorización. Esto debe tener autorización de alto nivel, tal vez incluso del national security council del presidente Trump encabezado por John Bolton.
Como comenta la periodista Dilyana Gaytandzhieva: “Los documentos exponen la mas grande mentira en la política exterior de Estados Unidos – oficialmente luchan contra el terrorismo mientras lo apoyan en secreto”.
Esta no es la primera vez que Estados Unidos ha sido acusado de patrocinar clandestinamente a grupos terroristas para maquinaciones de cambio de régimen.
En Siria, armamento estadounidense y de la alianza militar NATO ha sido recuperado una y otra vez en antiguas guaridas terroristas. También se han recibido varios informes de helicópteros militares estadounidenses que realizan lanzamientos secretos de armas o transportan militantes a refugios seguros.
El ex presidente afgano Hamid Karzai hizo afirmaciones condenatorias en una entrevista con los medios en 2017 en la que dijo que estaba convencido de que las fuerzas especiales de Estados Unidos estaban ayudando e incitando a la red ISIS en Afganistán.
U.S. military advisers de la 1st Security Force Assistance Brigade trabajan con soldados afganos en una posición de artillería en una base del Ejército Nacional Afgano en la provincia de Maidan Wardak. © REUTERS / JAMES MACKENZIE
El Ministerio de Defensa ruso también ha informado de movimientos sospechosos de helicópteros estadounidenses y la entrega de armas desde el vuelo a militantes en Siria y Afganistán.
Sin embargo, los últimos hallazgos de investigación de Arms Watch exponen una cadena internacional de suministro de armas a grupos terroristas proscritos internacionalmente – todo bajo la dirección de Estados Unidos.
La evidencia no puede ser más clara: el gobierno de los Estados Unidos está armando, patrocinando y dirigiendo las redes terroristas como una fuerza de poder en varios países. Recuerde que estos mercenarios han cometido barbaridades indescriptibles contra cientos de miles de civiles, incluida la decapitación de mujeres y niños, en todo el Medio Oriente.
Eso significa que cuando la fuerza aérea de Estados Unidos está bombardeando países como Irak, Siria y Yemen (indirectamente con aviones de combate de los aliados regionales), Estados Unidos realmente está sirviendo como comando aéreo para las fuerzas terrestres terroristas.
Desde los ataques terroristas del 11 de septiembre en los Estados Unidos en 2001, el mundo ha cambiado por completo por la constante creación de guerra estadounidense. Países enteros han sido demolidos, civilizaciones profanadas, millones de civiles han sido asesinados o mutilados, millones de niños huérfanos, millones de refugiados desplazados. Este asombroso historial de criminalidad de facto y terrorismo de estado por parte de Estados Unidos ha sido repetidamente justificado u oculto por sus afirmaciones de llevar a cabo una guerra contra el terrorismo.
Si Estados Unidos no está luchando contra el terrorismo, sino más bien movilizándolo y armandolo, como lo demuestra la investigación anterior, entonces la conclusión es realmente asombrosa.
El mundo está siendo rehén del mayor sindicate de terror de la historia de la humanidad, que se hace pasar por un gobierno democrático en Estados Unidos.
Fuente: Sputnik
