La postura militar del Pentágono basada en el dominio de la posguerra fría no funcionará contra las nuevas estrategias rusas y chinas y debe ser actualizada con urgencia, o los Estados Unidos se arriesgan a perder una guerra contra cualquiera de las dos potencias nucleares, advierte un nuevo informe.
Estados Unidos necesita una “nueva forma de guerra”, según un informe escrito por Chris Dougherty del Center for New American Security (CNAS) publicado el miércoles.
“Por primera vez en décadas, es posible imaginar a los Estados Unidos luchando, y posiblemente perdiendo, una guerra a gran escala con una gran potencia militar”, advierte Dougherty.
Mientras que Estados Unidos permanece atrapado en el “marco mental implícito y explícito” para la estrategia y las operaciones militares que surgieron durante la Guerra del Golfo de 1991, agrega Dougherty, China y Rusia han estado diseñando nuevas estrategias y armas para derrotar a los Estados Unidos en la guerra si fuera necesario.
Dougherty sostiene que China y Rusia han “compensado su debilidad relativa frente a los Estados Unidos utilizando el tiempo y la geografía en su beneficio” y desarrollaron armas y estrategias para atacar las vulnerabilidades de los Estados Unidos, hasta el punto de que podrían derrotar a los Estados Unidos y sus aliados en una guerra regional.
“Los Estados Unidos son un poder de “status quo” que transita por un período de cambio perturbador”, escribe, y el modo de guerra que surgió después de la Guerra Fría “no funcionará” en la actualidad.
“No hay vuelta atrás a la era del dominio militar estadounidense posterior a la Guerra Fría.”
“La postura militar estadounidense se “soporta” en una base de supuestos estratégicos y operacionales que fueron producto de un período histórico anómalo de un dominio militar estadounidense no cuestionado”, escribió Dougherty. “Las suposiciones (aun vigentes) de ese período ahora son profundamente erróneas o totalmente inválidas y deben actualizarse para una era de competencia de grandes potencias militares”.
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Ninguna cantidad de dinero canalizado al Pentágono ayudará si se utiliza para invertir en “conceptos defectuosos”. Esto sería un desperdicio de recursos y “una enorme oportunidad perdida para hacer mejores inversiones”, escribió Dougherty.
La mera percepción de que una derrota de Estados Unidos es posible podría “desmembrar” la constelación de alianzas y asociaciones que sustentan el orden global que ha beneficiado a Estados Unidos desde el final de la Segunda Guerra Mundial, advierte el informe.
Dougherty ha sonado la alarma sobre este tema antes, incorporando algunas de sus ideas a la January 2018 National Defense Strategy mientras trabajaba en el Pentágono.
Doughtery, un ex US Army Ranger, también ha trabajado en el Center for Strategic and Budgetary Assessments (CSBA). En 2014, escribió un ensayo convincente en el Interés Nacional sobre el enfoque miope en las guerras cortas.
Sin embargo, queda por ver qué efecto tendrá su nuevo estudio. Si bien la administración de Trump ha aumentado el presupuesto del Pentágono repetidamente y se ha comprometido a reconstruir el ejército “agotado”, ha tenido poco “amor” por el CNAS. El think tank tuvo una influencia considerable en el gobierno de Estados Unidos durante la administración de Obama, y cuenta con varios de sus veteranos en su consejo de directores y asesores.
Fuente: RT
