La Federal Aviation Administration (FAA) de los Estados Unidos encargó a Boeing el análisis de seguridad de sus propios 737 MAX antes de ponerlos en servicio. Luego la FAA aceptó el análisis de seguridad de Boeign, confió en sus datos y otros reguladores de seguridad aérea de todo el mundo certificaron los Boeing 737 MAX 8 basándose en la aprobación de la FAA.
A pesar de que Boeing insiste en que sus aeronaves son seguras y cumplen con todos los requisitos de certificación de la US Federal Aviation Administration, un grupo de ingenieros de la empresa y el regulador bajo condición de anonimato han revelado a The Seattle Times que la FAA delegó gran parte del análisis de seguridad al propio fabricante (Boeign) y confiaba en las conclusiones de la compañía.
Otros reguladores de seguridad aérea de todo el mundo certificaron los Boeing 737 MAX 8 basándose en la aprobación de la FAA estadounidense.
Con ello, según estas fuentes, el análisis de Boeing subestimó el poder del sistema informático de sus 737 MAX 8, el Maneuvering Characteristics Augmentation System, denominado ‘MCAS’, que empuja automáticamente la nariz del avión hacia abajo en ciertas circunstancias. En opinión de algunos especialistas, precisamente este ‘software’ podría haber provocado los siniestros en Etiopía e Indonesia.
Según las fuentes del rotativo, cuando los 737 MAX 8 entraron en servicio, el sistema MCAS funcionaba con una potencia que superaba cuatro veces los datos indicados en el análisis inicial de seguridad hecho por Boeing. Además, el análisis no tuvo en cuenta que el ‘software’ se reinicia cada vez que el piloto le responde, lo que permite al sistema empujar la nariz del avión hacia abajo repetidamente.
También, los ingenieros han indicado que si Boeing hubiera evaluado con precisión el impacto de la falla del sistema MCAS, la configuración de lectura de un solo sensor del ángulo de la nariz nunca se habría permitido.
Prisas
El desarrollo de los 737 MAX fue apresurado, según los ingenieros, ya que Boeing estaba compitiendo para sacar el avión al mercado antes de que lo hiciera Airbus con su A320neo. En esas circunstancias, la empresa supuestamente ahorró tiempo en los análisis de seguridad. Así, el sistema MCAS ni siquiera se mencionó en los manuales de capacitación, ya que se esperaba que funcionara solo en circunstancias extremas.
Pilotos aprendieron a volar el avión en una tableta iPad
Además, los pilotos aprendieron a volar en los 737 MAX 8 con un entrenamiento extra mínimo, una perspectiva atractiva para las aerolíneas, conscientes de los costos. Por ejemplo, un piloto aseveró que su entrenamiento para este nuevo tipo de aeronave implicaba poco más de una sesión de una hora con un iPad, sin horas de simulador.
La respuesta de Boeing y la US FAA
El rotativo señala que tanto Boeing como la FAA fueron informados de las revelaciones anónimas de sus empleados y se les pidió comentarlas hace 11 días, antes de la catástrofe en Etiopía del 10 de marzo. La noche de este viernes 15 de Marzo, la FAA contestó que siguió su proceso de certificación estándar en relación a los aviones 737 MAX de Boeing. También refiriéndose a una semana ocupada, dijo que “no podía profundizar en ninguna investigación”.
Boeing, por su parte, hizo este sábado 16 de Marzo una declaración, en la que señaló que “la FAA consideró la configuración final y los parámetros operativos del MCAS durante la certificación de los MAX, y concluyó que cumplía con todos los requisitos reglamentarios y de certificación”. Además, la compañía constructora agregó que es “incapaz de comentar” las catástrofes aéreas en Etiopía e Indonesia “debido a la investigación en curso”.
El constructor tampoco respondió directamente a la descripción detallada de las fallas en la certificación del MCAS, pero indicó que lo presentado por el rotativo contiene “algunas caracterizaciones erróneas significativas”.
Fuente: RT