La administración del presidente de los Estados Unidos, Joe Biden, ha cumplido su promesa de acelerar la eliminación gradual de los automóviles propulsados por motores de combustión interna, presentando nuevas reglas de emisiones que pueden obligar a la industria automotriz del país a estar dominada por vehículos eléctricos (EV) en menos de una década.
La US Environmental Protection Agency (EPA) publicó sus nuevos estándares de emisiones para vehículos de pasajeros el Miércoles, estableciendo límites que comenzarán a endurecerse en 2027 y disminuirán aún más hasta 2032. La agencia dijo que, en un escenario, su estándar para 2032 podría cumplirse si el 56% de los automóviles y camiones nuevos vendidos son vehículos eléctricos y el 13% son híbridos enchufables.
Los vehículos eléctricos representaron solo el 7.6% de las ventas de vehículos nuevos en los Estados Unidos el año pasado, lo que significa que las nuevas reglas pueden requerir un aumento de nueve veces en la cuota de mercado del segmento. Las pautas están diseñadas para permitir a los fabricantes de automóviles elegir las tecnologías de control de emisiones que utilizarán para cumplir, dijo el administrador de la EPA, Michael Regan. Sin embargo, la industria ya ha renunciado en gran medida a las pilas de combustible de hidrógeno para alimentar sus vehículos, por lo que los vehículos eléctricos parecen ser la solución principal.
“Con el transporte como la mayor fuente de emisiones climáticas de Estados Unidos, estos estándares de contaminación más estrictos para los automóviles solidifican el liderazgo de Estados Unidos en la construcción de un futuro de transporte limpio y la creación de empleos estadounidenses bien remunerados, todo al tiempo que promueven la agenda climática histórica del presidente Biden”, dijo Regan. El afirmó que los nuevos mandatos reducirán las emisiones de gases de efecto invernadero en más de 7 mil millones de toneladas durante las próximas tres décadas.
No está claro si las estimaciones de la EPA incluyen las emisiones que resultarán del aumento de la generación de electricidad para cargar millones de vehículos eléctricos nuevos. El carbón, el gas natural y otros combustibles fósiles representaron alrededor del 60% de la generación de energía del país el año pasado, según la US Energy Information Administration. Y como ha reconocido la EPA, los estudios han demostrado que la producción de vehículos eléctricos y sus baterías genera mayores emisiones que la fabricación de automóviles convencionales.
Los críticos de los nuevos mandatos han argumentado que Biden esencialmente está obligando a los consumidores estadounidenses a comprar automóviles que muchos no quieren o no pueden pagar. “La administración Biden está decidiendo por los estadounidenses qué tipo de automóviles pueden comprar, alquilar y conducir”, dijo la Senadora Shelley Moore Capito, republicana de Virginia Occidental. Ella agregó que las nuevas reglas exigen una “transición poco realista” a los vehículos eléctricos y amenazan una red eléctrica que ya se está debilitando por los cierres impulsados por la EPA de generadores alimentados con combustibles fósiles.
Fuente: RT