El presidente paraguayo, Mario Abdo Benítez, cerrará la embajada de su país en Caracas y retirará a los diplomáticos, luego de la inauguración del presidente Maduro para otro período en el poder. Otros países sudamericanos se unieron para condenar a Maduro.
“El gobierno de la República de Paraguay, […] ha decidido romper relaciones diplomáticas con … Venezuela, cerrar nuestra embajada allí y retirar inmediatamente al personal diplomático paraguayo”, Benítez dijo.
Benítez agregó que su decisión no afectará los “compromisos internacionales” de Paraguay con el pais en problemas y expresó su solidaridad con el pueblo venezolano.
Poco después del anuncio de Benítez, Perú siguió su ejemplo y retiró a su último diplomático de Caracas en protesta por la elección “ilegítima” de Maduro. El gobierno de Perú también anunció que impedirá que Maduro y otros 100 funcionarios venezolanos ingresen al país.
El presidente de Argentina, Mauricio Macri, también denunció a Maduro y escribió en Twitter que Venezuela es una “dictadura”, cuyo líder “trata de burlarse de la democracia”.
En total, 13 de los 14 ministros de relaciones exteriores del Grupo de Lima, formados en 2017 para oponerse al gobierno de Maduro, han rechazado el retorno al poder de Maduro, afirmando que el proceso electoral del país del 20 de mayo carecía de legitimidad.
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El miércoles, Maduro respondió dando al grupo de Lima 48 horas para rectificar su posición, amenazando con tomar las “medidas diplomáticas correspondientes”.
Desde que asumió el poder en 1999, los gobiernos de Hugo Chávez y su sucesor Nicolás Maduro han implementado políticas económicas socialistas que vieron a la industria nacionalizada, a los controles de precios implementados y a la redistribución de la riqueza. Se considera que estas políticas han fracasado estrepitosamente.
En una crisis económica exacerbada por una caída mundial en los precios del petróleo desde 2014 y a las sanciones punitivas de los Estados Unidos, las condiciones de vida en Venezuela se han deteriorado hasta el punto en que el venezolano promedio ha perdido 24 libras en peso corporal desde 2015, los alimentos, los medicamentos y el agua potable han escaseado, y unos tres millones de refugiados han huido del país.
El Fondo Monetario Internacional ha pronosticado que la tasa de inflación de Venezuela alcanzará el diez millones por ciento en 2019, uno de los peores ejemplos de hiperinflación en la historia moderna.
Si bien la mayoría de los paises vecinos de Venezuela rechazaron asistir a su inauguración el jueves, el líder venezolano todavía pudo contar con algunos aliados para presentarse. Los presidentes de Cuba, Nicaragua, El Salvador y Bolivia estuvieron presentes.
Los Estados Unidos, como era de esperarse, denunciaron la elección e inauguración de Maduro. El secretario de Estado Mike Pompeo calificó la elección de Maduro el año pasado como una “usurpación ilegítima del poder” y prometió seguir utilizando “todo el peso del poder económico y diplomático de Estados Unidos” para impulsar el cambio de régimen en la nación latinoamericana.
Maduro sigue culpando a los Estados Unidos por gran parte de los males de su país, y el mes pasado acusó a los líderes en Washington (Estados Unidos) de planear su asesinato. En su discurso de inauguración, Maduro dijo que Venezuela continuará negándose a ceder ante las “órdenes imperiales y hegemónicas” de los Estados Unidos.
Fuente: RT