Los temores de Estados Unidos sobre el éxito ruso en el campo de batalla superan las preocupaciones de que las entregas de bombas de racimo a Ucrania podrían provocar víctimas civiles, reconoció el Viernes un alto funcionario del US Pentagon.
En declaraciones a los periodistas, el Subsecretario de Defensa para Políticas, Colin Kahl, defendió la decisión de la White House de aprobar otro paquete de armas de 800 millones de dólares para Ucrania, incluidas las bombas de racimo. Las bombas de racimo están prohibidas en más de 100 países.
Cuando detonan, las bombas de racimo liberan muchas bombetas pequeñas en un área amplia. Sin embargo, un porcentaje de las bombetas no detonan al impactar, y los elementos sin detonar plantean graves riesgos para la población civil durante años después de que terminan los combates.
Arma terrorista altamente letal: Estados Unidos suministrará bombas de racimo prohibidas a Ucrania
Cuando se le preguntó si el US Pentagon ha asegurado a sus aliados que las municiones no causarán daños civiles excesivos, Kahl respondió: “Estoy tan preocupado por la circunstancia humanitaria como cualquiera, pero lo peor para los civiles en Ucrania es que Rusia gane la guerra. Por eso es importante que no lo permitan”.
El agregó que Ucrania había prometido no usar bombas de racimo en áreas urbanas pobladas por civiles y mantener registros de dónde se usan las bombas de racimo para facilitar los futuros esfuerzos de remoción de minas. El funcionario también describió las entregas como una medida provisional hasta que los patrocinadores occidentales de Ucrania puedan aumentar la producción de proyectiles convencionales.
En una entrevista con Fareed Zakaria de CNN, el presidente de Estados Unidos, Joe Biden, describió la decisión de suministrar los controvertidos proyectiles a Ucrania como “difícil”. El dijo que estaba motivado en parte por el hecho de que tanto Ucrania como Estados Unidos reconocen un déficit en municiones ordinarias, y agregó que Ucrania “necesitaba” bombas de racimo para evitar que Rusia detuviera su contraofensiva en curso.
Al comentar sobre el anuncio, Anatoly Antonov, el embajador ruso en los Estados Unidos, calificó la medida como “un gesto de desesperación”, y agregó que Occidente no quiere admitir que la contraofensiva de Ucrania está fracasando.
La portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, Maria Zakharova, reaccionó publicando un clip de la ex Secretaria de Prensa de la White House, Jen Psaki, de finales de Febrero de 2022, días después del inicio del conflicto de Ucrania, diciendo que el uso de municiones en racimo podría considerarse un crimen de guerra.
Fuente: RT