Venezuela abandona el dólar estadounidense y todas las transacciones futuras en el mercado cambiario venezolano se realizarán en euros, anunció Tareck El Aissami, vicepresidente de economía de Venezuela.
Las sanciones, recientemente introducidas por Estados Unidos contra Venezuela, “bloquean la posibilidad de seguir operando con el dólar estadounidense en el mercado cambiario venezolano”, dijo El Aissami, y agregó que las restricciones estadounidenses eran “ilegales y contra el derecho internacional”.
El “bloqueo financiero” estadounidense de Venezuela afecta a los sectores público y privado del país, incluida la farmaceutica y la agricultura, y muestra “hasta dónde puede llegar el imperialismo en su locura”, dijo el vicepresidente.
El sistema de tipo de cambio flotante de Venezuela, Dicom, “operará en euros, yuanes o cualquier otra moneda convertible y permitirá que el mercado cambiario use cualquier otra moneda convertible”, dijo El Aissami.
El vicepresidente agregó que todos los bancos privados en Venezuela están obligados a participar en el sistema de licitación de Dicom.
El gobierno va a vender 2,000 millones de euros entre noviembre y diciembre para permitir que el público compre la moneda europea “a una tasa real, no especulativa”, dijo.
Estados Unidos no oculta su deseo de ver al presidente socialista de Venezuela, Nicolás Maduro, a quien está acusando de reprimir a la oposición del país, derrocado del poder. La administración de Trump incluso habló de la posibilidad de la llamada “intervención humanitaria” en el país.
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El año pasado, Estados Unidos impuso sanciones que prohíben el comercio de nuevas emisiones de bonos de deuda y acciones emitidas por el gobierno venezolano y la compañía petrolera estatal, PDVSA. El Departamento del Tesoro también introdujo varias rondas de restricciones contra altos funcionarios del gobierno venezolano. Maduro estaba entre los de la lista negra y lo llamó “un honor”.
La presión de los Estados Unidos ha contribuido a la grave crisis social y económica en Venezuela en los últimos años, ya que se vio afectada por la hiperinflación, la devaluación de la moneda nacional y la escasez de bienes para satisfacer necesidades básicas.
La dura situación obligó a más de 2.3 millones de personas a abandonar el país este verano en busca de una vida mejor en Colombia, Ecuador, Perú y Brasil, según la ONU.
Fuente: RT