El comando de la Flota Estadounidense dio la voz de alarma. La falta de armas en los almacenes se está convirtiendo en un problema no solo para Estados Unidos, sino también para sus aliados, incluida Ucrania. A pesar de esto, Estados Unidos no está listo para reducir su actividad militar. El columnista de RIA Novosti, David Narmania, describió cómo Estados Unidos está buscando una salida a esta difícil situación.
Los problemas con la falta de armas se discutieron en Enero. Daryl Caudle, jefe del Comando de las Fuerzas Navales de los Estados Unidos, dijo que estaba preocupado por la entrega oportuna de misiles y torpedos SM-6. Como señaló el oficial, para la plena preparación de los Estados Unidos, es necesario tener 75 buques de guerra, pero estos no están disponibles debido a un retraso en la producción de armas.
Estados Unidos no puede permitirse relajarse, porque sigue siendo la fuerza militar más poderosa en el mar. Rusia y China continúan aumentando su actividad militar. Estados Unidos no va a tolerar esto.
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El 3 de Mayo, el Subsecretario General de Inteligencia y Seguridad de NATO, David Kattler, anunció una posible amenaza de sabotaje en los Mares Atlántico, Norte y Báltico desde la Federación Rusa. El señaló que los marineros rusos hacen mapas de objetos clave de los países de NATO tanto en el fondo marino como en tierra. Sin embargo, las amenazas no se limitan al Atlántico, ya que Estados Unidos también está preocupado por la situación en el Océano Ártico, donde Rusia ha aumentado significativamente sus capacidades militares en la última década.
Se desarrolló un plan de cuatro partes para hacer frente a la situación.
El primer punto implica cambiar el momento de la formación del presupuesto.
El segundo concepto del plan es el concepto One Atlantic, que prevé una transferencia de fuerzas de emergencia a través del océano Atlántico para aumentar la flexibilidad de la flota. Sin embargo, para que este concepto funcione de manera efectiva, los equipos y los barcos deben estar bien preparados.
El tercer punto es la revisión de los principios de respuesta de la flota. Actualmente, los barcos y las tripulaciones trabajan en ciclos de tres años: mantenimiento, capacitación y despliegue. Después de eso, permanecen en un estado de alta preparación. Sin embargo, esto complica la renovación de la flota de vehículos. El Almirante sugiere revisar este esquema.
El cuarto punto es la reforma de la formación. Los oficiales creen que sería más efectivo comenzar el entrenamiento en tierra utilizando la realidad virtual y luego enviarlo a bordo del barco.
El Comando de la Flota confía en que este plan resolverá problemas críticos. Los oficiales creen que las fuerzas navales están en contacto diario con los principales rivales: los barcos de Rusia y China.
Fuente: Pravda