El presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, criticó a la US Drug Enforcement Agency (DEA) por infiltrarse en el Cartel de Sinaloa sin su permiso, acusando a Estados Unidos de interferencia abusiva en una conferencia de prensa el Lunes.
“No puede haber agentes extranjeros en nuestro país, no”, insistió López Obrador, explicando que si bien Estados Unidos y México podrían compartir información, solo México decidirá quién puede intervenir en territorio mexicano. Cualquier otra cosa, dijo, es una violación inaceptable de la soberanía mexicana.
Solo después de que se garantice la seguridad de los mexicanos, tanto de los carteles ultraviolentos como de los agentes de la DEA, se podrá abordar la cuestión de ayudar a Estados Unidos en su “guerra” contra las drogas, dijo. “Cooperación sí, sumisión no .”
El Departamento de Justicia (DoJ) anunció la semana pasada la acusación formal de 28 figuras de alto rango del Cartel de Sinaloa por cargos que incluyen tráfico de drogas y armas, lavado de dinero, asesinato, extorsión, secuestro y tortura. Los fiscales se jactaron de que la DEA se había “infiltrado proactivamente” en el cartel y su rama, los Chapitos (‘pequeños Chapos’, llamados así por la descendencia del narcotraficante sinaloense El Chapo), y había estado siguiendo sus movimientos durante un año y medio, todo sin informar al gobierno mexicano, al que siguió acusando de no hacer lo suficiente para detener el flujo de fentanilo ilícito a Estados Unidos.
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López Obrador ha negado repetidamente que México sea responsable de la fabricación de fentanilo, señalando con el dedo a los proveedores químicos asiáticos, además de las debilidades en la sociedad estadounidense que han dado lugar a la demanda del opioide sintético, que causó más de 100,000 sobredosis fatales el año pasado. El Lunes, López Obrador agregó que Estados Unidos es tonto al “confiar ciegamente” en sus agentes de la DEA cuando “está demostrado que muchos de ellos… mantienen o mantuvieron vínculos con el crimen organizado.”
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López Obrador se refería específicamente al exjefe de la DEA para México, Nicholas Palmieri, quien se retiró silenciosamente el año pasado cuando se supo que se había vuelto demasiado amigable con abogados prominentes del cartel. Mientras tanto, todas las operaciones extranjeras de la DEA se encuentran actualmente bajo una revisión externa ordenada en respuesta a la condena del ex agente José Irizarry por cargos de lavado de dinero. Irizarry nombró a docenas de agentes de alto rango de la DEA como sus socios en el crimen, describiendo una operación que abarcó tres continentes y se deleitó con los frutos de los millones de carteles que lavó.
Fuente: RT
