En un tweet del 3 de Febrero, el sismólogo holandés Frank Hoogerbeets advirtió sobre un posible terremoto de magnitud 7.5 o mayor en Turquía y Siria. Tres días después, un devastador terremoto sacudió precisamente la frontera entre Turquía y Siria, causando daños masivos y decenas de miles de muertos.
Hoogerbeets en el Estudio de Geometría del Sistema Solar (SSGEOS – Solar System Geometry Survey) ha emitido una predicción de un gran terremoto esta semana.
“No podemos estar seguros, pero la primera semana de Marzo será extremadamente crítica. Podríamos ver terremotos de magnitud superior a siete u ocho”, dijo el investigador en un nuevo desglose de video.
El sismólogo holandés explica que “una convergencia de geometría planetaria crítica” puede conducir a una actividad sísmica muy grande alrededor del 3 y 4 de Marzo. Según el investigador, esto también podría resultar en un “terremoto de mega empuje” este fin de semana, con el poder del terremoto potencial que posiblemente alcance la magnitud 8 en la escala de Richter.
Según Hoogerbeets, la costa Oeste de los Estados Unidos es el primer lugar en peligro. La actividad sísmica de hasta 7 – 8 en la escala de Richter es posible allí a fines de la primera semana de Marzo. Terremotos de magnitud similar han matado a unas 45,000 personas en Turquía desde el 6 de Febrero, y se espera que la cifra de muertos aumente.
Número de muertos por terremotos en Turquía supera los 40,500 – autoridades
También se dice que las regiones del norte de Japón, Filipinas, Indonesia y las islas rusas Kamchatka y Kuril están en riesgo.
“En la primera semana de Marzo, podría haber varios eventos sísmicos de magnitud superior a seis. Hay dos escenarios: un evento sísmico importante ocurrirá alrededor del 3 o 4 de Marzo (…) o con alguna amplificación sísmica el 6 o 7 de Marzo, durante la luna llena”, dijo el sismólogo.
Sin embargo, Danila Chebrov, jefa de la rama de Kamchatka del Estudio Geofísico de la Academia de Ciencias de Rusia, ha puesto en duda las predicciones de Hoogerbeets, llamándolo un “aficionado”.
Según Chebrov, la conexión entre los movimientos de los planetas en el sistema solar y la actividad sísmica en la Tierra “es bastante débil, y es problemático usarla como la principal herramienta de pronóstico.”
Fuente: Sputnik