Luiz Inácio Lula da Silva asumió el Domingo su tercer mandato como presidente de Brasil. Lula, un ex trabajador metalúrgico, abrió su discurso durante la ceremonia criticando el trabajo de Bolsonaro, quien optó por no asistir a la ceremonia y huir a Florida: rompiendo la tradición política de Brasil de entregar la banda presidencial amarilla y verde al sucesor, que se estableció por primera vez en 1985 tras el fin de la dictadura militar del país.
Según Agence France-Presse (AFP), hablando abiertamente sobre el trabajo de su predecesor, Lula se comprometió a utilizar su gobierno para revertir años de declive económico, recortes de fondos en salud, educación y ciencia, y la “estupidez” de usar los recursos de la nación para beneficio privado.
“Democracia” neoliberal: Presidente de Brasil Bolsonaro evade ceremonia de transición
“Sobre estas terribles ruinas, me comprometo a reconstruir el país junto con el pueblo brasileño”, Lula dijo, y agregó que mejoraría la vida de la clase baja de Brasil, lucharía por la igualdad social y prometió revertir y eventualmente poner fin a la deforestación de la selva amazónica que fue acelerada por Bolsonaro.
“El mandato que recibimos, frente a opositores inspirados por el fascismo, será defendido a través de nuestra constitución democrática. Responderemos al odio con amor, a la mentira con la verdad, al terrorismo y la violencia con la ley.”
Lula, quien comenzó a cumplir una sentencia de 12 años en 2018 antes de que la Corte Suprema del país anulara el caso y lo liberara de la cárcel un año después, llegó a la ceremonia en un Rolls-Royce descapotable negro y bajó con traje y corbata azules. Lo acompañaron su esposa, la Primera Dama Rosangela “Janja” da Silva, y el Vicepresidente Geraldo Alckmin.
Los partidarios de Bolsonaro han amenazado con violencia y han pedido un derrocamiento militar para mantenerlo en el cargo. Unos 8,000 policías fueron desplegados durante la ceremonia tras el arresto la semana pasada de un individuo que planeaba dejar un camión cisterna lleno de explosivos cerca del aeropuerto de la capital. Otro hombre fue arrestado el Domingo después de que intentó ingresar a la ceremonia con un cuchillo y fuegos artificiales.
A pesar de las amenazas de violencia de los simpatizantes de su predecesor, Lula fue recibido por una multitud de 30,000 partidarios, mientras que decenas de miles más se reunieron en la explanada de la capital para celebrar.
Fuente: Sputnik