La directora de Estado mayor de la US Space Force acusó a China de representar una amenaza creciente para Estados Unidos en la carrera por la supremacía militar en el espacio ultraterrestre.
“Creo que es completamente posible que puedan alcanzarnos y superarnos, absolutamente”, dijo la teniente general Nina Armagno, hablando en un evento organizado por un think-tank con sede en Sydney el Lunes. “El progreso que han logrado ha sido impresionante, increíblemente rápido.”
La funcionaria estadounidense expresó su preocupación por una amplia gama de actividades chinas en el espacio, que van desde la creación de nuevos sistemas de comunicaciones por satélite y naves espaciales reutilizables hasta la investigación a largo plazo sobre las perspectivas de minar en asteroides e incluso planetas para obtener recursos naturales.
La amenaza que China representa para Estados Unidos en el espacio es análoga a la que representa en la Tierra, dijo Armagno. “China es el único país con la intención de remodelar el orden internacional y, cada vez más, el poder económico, diplomático, militar y tecnológico para lograr ese objetivo”, advirtió la oficial.
La directora de Estado mayor de la US Space Force acusó a China de actividades de prueba de misiles “imprudentes” y de ensuciar el área alrededor de la Tierra con basura espacial. “Estos campos de escombros amenazaron todos nuestros sistemas en el espacio, y estos sistemas son vitales para la seguridad, los intereses económicos y científicos de todas las naciones”, dijo Armagno.
La crítica de Armagno a los programas de pruebas de misiles chinos es rica, dado que Estados Unidos actualmente tiene más satélites orbitando el planeta (léase, basura espacial futura) que el resto del mundo combinado. Astrónomos de todo el mundo se han quejado repetidamente de los peligros que estos satélites representan para los telescopios terrestres, mientras que los gobiernos han expresado su temor de que los satélites comerciales estadounidenses puedan estar equipados con capacidades militares duales ocultas.
Los funcionarios estadounidenses han acusado repetidamente a China, Rusia, Irán y Corea del Norte de buscar militarizar el espacio ultraterrestre, después de pasar casi 15 años ignorando las propuestas de Rusia y China para crear reglas integrales y verificables para evitar el despliegue de equipo militar en el espacio.
En 2008, China y Rusia presentaron el Tratado Propuesto para la Prevención de una Carrera de Armamentos en el Espacio (PAROS – Proposed Prevention of an Arms Race in Space), con el proyecto de acuerdo que prohíbe el despliegue de armas espaciales, naves espaciales antisatélites y otras tecnologías espaciales que pueden usarse con fines militares. Los diplomáticos rusos y chinos han vuelto repetidamente a la idea en los años transcurridos desde entonces, y el ministro de Relaciones Exteriores ruso, Sergei Lavrov, enfatizó el año pasado que aún se pueden crear “medidas generalmente aceptadas y legalmente vinculantes que pueden prevenir una confrontación militar en el espacio ultraterrestre”, con PAROS que sirven como punto de partida para las negociaciones.
Las sucesivas administraciones estadounidenses han desestimado la propuesta ruso-china calificandola como una “estratagema diplomática de las dos naciones para obtener una ventaja militar” contra Estados Unidos, y en 2019, la administración Trump creó formalmente la US Space Force como una rama separada del ejército estadounidense, formalizando las ambiciones espaciales del US Pentagon. La US Space Force ha recibido un complemento de más de 8,400 efectivos, 77 naves espaciales y satélites. La rama militar tiene un presupuesto propuesto para el año fiscal 2023 de 24.5 mil millones de dólares, aproximadamente 5 mil millones de dólares más de lo que obtuvo en 2022.
Junto con su negativa a negociar tratados destinados a prevenir la militarización del espacio, Estados Unidos también ha tomado una serie de medidas en las últimas dos décadas para degradar la estabilidad estratégica en la Tierra, como su retirada del Anti-Ballistic Missile Treaty en 2002, el rompimiento del Tratado de Fuerzas Nucleares de Alcance Intermedio ( Intermediate-Range Nuclear Forces Treaty) en 2019 y casi dejar que se agote el tiempo para el Nuevo Tratado de Reducción de Armas Estratégicas (New START – New Strategic Arms Reduction Treaty) a principios de 2021.
Fuente: Sputnik