El viceministro de Relaciones Exteriores de Rusia, Serguei Riabkov, dijo el miércoles que Estados Unidos cruzó una línea roja cuando funcionarios del Departamento de Estado estadounidense entraron por la fuerza en el consulado cerrado de Rusia en Seattle.
“Los colegas de Estados Unidos han cruzado la línea roja y han ido más allá de lo permisible y razonable”, dijo Riabkov en un comentario al periódico Kommersant el jueves.
Riabkov calificó la intrusión del miércoles de “hecho sin precedentes” en la historia de las relaciones internacionales y sugirió llevar a las autoridades estadounidenses a los tribunales.
“Otra cuestión es cuál será la reacción de la judicatura de Estados Unidos”, dijo, y agregó que “Rusia está a la espera de cómo se desarrollará este tema que, simplemente, no tiene antecedente”.
La Embajada rusa en Washington dijo anteriormente que la intrusión estadounidense en un consulado ruso cerrado en Seattle ha disminuido las perspectivas de mejorar las relaciones bilaterales.
“Rompieron las cerraduras y ahora hacen lo que quieren en un territorio ruso. Consideramos que tales acciones estadounidenses son hostiles contra Rusia”, dijo la Embajada en un comunicado.
“Estas acciones alejan las perspectivas de mejorar las relaciones entre Estados Unidos y Rusia. También crean complicaciones adicionales para los contactos entre los rusos y los estadounidenses, y dificultan el fortalecimiento de la seguridad regional y mundial”.
La Embajada acusó a las autoridades estadounidenses de asaltar la residencia del cónsul general ruso en violación de las normas y regulaciones internacionales, diciendo que esto “ciertamente supone un golpe adicional a las relaciones entre Estados Unidos y Rusia, que ya están en un estado de crisis”.
La misión diplomática también acusó a los medios de Estados Unidos de “provocar la histeria” en torno a los diplomáticos rusos a quienes se ordenó partir por presuntamente realizar operaciones encubiertas en suelo estadounidense. El embajador de Rusia, Anatoli Antonov, dijo antes que los 60 diplomáticos expulsados fueron demonizados como espías por los medios de comunicación estadounidenses.
“Nuestros compañeros diplomáticos que fueron expulsados de Estados Unidos son servidores públicos altamente profesionales, personas decentes y humildes, que hicieron todo lo que pudieron para desarrollar las relaciones entre Rusia y Estados Unidos”, argumentó la embajada.
Fuente: Al Manar
