Twitter lanzó una actualización de su “política de desinformación de crisis” el Jueves, diciendo que pondrá una etiqueta de advertencia en las publicaciones sobre el conflicto en Ucrania que se ajusten a ciertos criterios, limitando su capacidad de ser vistas, compartidas o gustadas. El anuncio se produce solo un día después de la renuncia de la “zar de la desinformación” del gobierno de Estados Unidos, Nina Jankowicz, quien había abogado por la capacidad de editar los tweets de otras personas.
La política se aplicará a nivel mundial y guiará los esfuerzos de Twitter para “elevar la información creíble y autorizada” y “ayudar a garantizar que la desinformación viral no sea amplificada o recomendada por nosotros durante las crisis”, dijo Yoel Roth, jefe de Seguridad e Integridad de la compañía.
Tan pronto como haya evidencia de que algo publicado “puede ser engañoso”, Twitter lo etiquetará con un aviso y no lo ampliará ni lo recomendará en las pestañas Home timeline, Search, y Explore. Los avisos de advertencia se priorizarán para las “cuentas de alto perfil”, como las designadas como “medios afiliados a estados”, usuarios verificados y cuentas oficiales de gobiernos.
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Declarar algo como desinformación requerirá “la verificación de múltiples fuentes creíbles y disponibles públicamente, incluida la evidencia de grupos de monitoreo de conflictos, organizaciones humanitarias, investigadores de código abierto, periodistas y más”, agregó Roth.
Como ejemplos, Roth citó “cobertura falsa o informes de eventos, o información que caracteriza erróneamente las condiciones en el terreno a medida que evoluciona un conflicto”, acusaciones falsas sobre “el uso de la fuerza, incursiones en la soberanía territorial o en torno al uso de armas”, así como “acusaciones demostrablemente falsas o engañosas de crímenes de guerra o atrocidades masivas contra poblaciones específicas” y falsedades sobre “la respuesta de la comunidad internacional, sanciones, acciones defensivas u operaciones humanitarias”.
Sin embargo, “los comentarios fuertes, los esfuerzos para desacreditar o verificar los hechos, y las anécdotas personales o los relatos en primera persona” estarán exentos.
La página del Centro de Ayuda de la compañía sobre la política destila las definiciones aún más, dejando en claro que Twitter perseguirá las publicaciones que tengan “la capacidad” de “servir de pretexto para una mayor agresión” o “conducir a un aumento de las necesidades humanitarias”, interrumpir las conversaciones de alto el fuego o “incitar a la focalización o vigilancia” de grupos basados en afiliación o membresía política, religiosa, étnica o ideológica, o protegidos por el derecho internacional humanitario.
Para ser etiquetado, una publicación debe indicar una afirmación o hecho “expresado en términos definitivos”, ser “demostrablemente falso o engañoso, basado en fuentes autorizadas y ampliamente disponibles” y “tener probabilidades de afectar la seguridad pública o causar daños graves”, según Twitter.
La política se centra en “conflictos armados internacionales” como Ucrania, pero Twitter planea actualizarla y ampliarla a cualquier crisis definida por la ONU, explicó Roth.
En Octubre de 2020, Twitter bloqueó infamemente la cuenta del New York Post por una historia sobre una computadora portátil que pertenecía a Hunter Biden, cuyo padre Joe Biden se postuló para presidente como demócrata. La plataforma primero citó su política de “materiales pirateados”, luego promovió la afirmación de que la historia era” desinformación rusa”, ninguna de las cuales resultó ser cierta.
Aunque nominalmente imparcial, Twitter no ha verificado ni cuestionado ninguna afirmación proveniente del gobierno de Ucrania, incluidas falsedades comprobadas como el as aéreo “Ghost of Kiev” o la historia de “Snake Island 13”. Sin embargo, a los pocos días de la escalada de hostilidades en Ucrania, la plataforma bloqueó la publicidad de Rusia y, desde entonces, se jactó de reducir el contenido etiquetado como “afiliado al Estado ruso” en un 30%, al tiempo que redujo a la mitad las impresiones y la participación de las cuentas del gobierno ruso.
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La nueva política de Twitter se produce en medio de la incertidumbre sobre la oferta del multimillonario Elon Musk de comprar la compañía y hacerla privada. Si bien Twitter aceptó la oferta de Musk de 44 mil millones de dólares, ahora el está desafiando sus ofertas públicas, citando la cantidad de bots y cuentas falsas en Twitter. El fundador de SpaceX y Tesla ha enviado tecnología satelital al ejército ucraniano, pero también se ha pronunciado en contra de la censura en Twitter y dijo que quería garantizar la libertad de expresión en la plataforma.
Fuente: RT
