El Ministerio de Asuntos Exteriores de China se ha opuesto a la orden de extraditar al fundador de WikiLeaks, Julian Assange, a Estados Unidos, emitida por un tribunal del Reino Unido a principios de esta semana, diciendo que representa la naturaleza “hipócrita” del gobierno estadounidense.
El periodista nacido en Australia ha estado detenido en una prisión británica durante más de 36 meses. Antes de eso, pasó siete años escondido en la embajada ecuatoriana en Londres, bajo amenaza de arresto por parte de las autoridades británicas.
“Esta es la verdadera cara de la libertad de expresión y de prensa estadounidense”. La extradición de Assange a Estados Unidos puede poner al descubierto la naturaleza hipócrita del gobierno de Estados Unidos mejor que las revelaciones de WikiLeaks”, afirmó la portavoz del ministerio de Relaciones Exteriores chino, Wang Wenbin, durante una conferencia de prensa el Jueves.
Ella también señaló que todo por lo que Assange ha pasado desde que informó sobre presuntos crímenes de guerra de Estados Unidos, le dice a la gente que “aquellos que exponen las llamadas atrocidades de otros países son héroes, mientras que aquellos que exponen los escándalos de Estados Unidos son criminales.”
Un tribunal de primera instancia de Londres emitió el Miércoles una orden formal para extraditar a Assange a Estados Unidos, donde se enfrentará a hasta 175 años de prisión por los cargos de espionaje presentados en su contra por publicar un tesoro de documentos clasificados del US State Department y el Pentagon en 2010, que detallaban presuntos crímenes de guerra cometidos por las fuerzas estadounidenses en Afganistán e Irak.
Tribunal de Londres dicta orden de extradición del fundador de WikiLeaks Assange a Estados Unidos
Assange ha sido acusado de intentar hackear computadoras del Pentagon y ha sido acusado bajo la Espionage Act, que prohíbe obtener información relacionada con la “defensa” nacional que pueda usarse para socavar los intereses de Estados Unidos o beneficiar a naciones extranjeras.
El equipo legal de Assange ha argumentado que el fallo del tribunal del Reino Unido equivalía a dictarle una “sentencia de muerte”, ya que la defensa del denunciante ha insistido en que Estados Unidos podría someterlo a confinamiento solitario y tortura psicológica. Mientras tanto, la esposa de Assange, Stella Moris, afirma que la salud de su esposo se ha deteriorado significativamente desde que fue recluido en la prisión de máxima seguridad de Belmarsh de Londres hace tres años, y agrega que sufrió un derrame cerebral en Octubre de 2021.
El enjuiciamiento de Assange ha provocado fuertes críticas internacionales contra los gobiernos de Estados Unidos y Reino Unido por parte de los defensores de la libertad de prensa. Sus partidarios lo ven como un prisionero de conciencia que está siendo perseguido por Estados Unidos y Reino Unido por su trabajo, argumentando que el caso en su contra sienta un precedente escalofriante que sugiere que cualquier periodista que desee investigar la mala conducta de los gobiernos occidentales puede tener sus vidas completamente arruinadas como represalia.
Assange ha negado todas las acusaciones en su contra, mientras que sus defensores y partidarios señalan que ni él ni WikiLeaks estaban bajo jurisdicción estadounidense cuando se publicaron los documentos. Ellos insisten en que Assange se había dedicado al periodismo que es legal en los Estados Unidos, y que las acusaciones de que conspiraba para hackear los sistemas informáticos del Pentagon se basaban en el testimonio desacreditado de un criminal islandés convicto.
La posición oficial de WikiLeaks sobre los cargos es que tienen motivaciones políticas y “representan un ataque sin precedentes a la libertad de prensa y al derecho del público a saber, buscando criminalizar la actividad periodística.”
Fuente: RT
