Dos organizaciones sin fines de lucro financiadas por Mark Zuckerberg y sus aliados gastaron 419.5 millones de dólares para aumentar la participación en las elecciones presidenciales de 2020 – y “probablemente” aseguraron una victoria para Joe Biden, según un estudio del voto nacional.
Las ONGs llamadas Center for Technology and Civic Life (CTCL) y The Center for Election Innovation and Research (CEIR) afirman que están trabajando para hacer que la democracia sea más fuerte, más segura y mejor para involucrar la participación cívica en las elecciones.
Un nuevo análisis de las elecciones de 2020 argumenta que las organizaciones sin fines de lucro son vehículos partidistas para inyectar dinero privado al sistema electoral, un fenómeno previamente desconocido en la política del país. Su impacto puede haber volteado la elección para Joe Biden y potencialmente creado un terreno fértil para manipular los resultados electorales a favor del Partido Demócrata.
“La afluencia masiva de fondos esencialmente creó un esfuerzo de alto poder, como conserje, para obtener el voto para Biden que tuvo lugar dentro del sistema electoral, en lugar de intentar influenciarlo desde el exterior”, escribió William Doyle, investigador del Caesar Rodney Election Research Institute en Irving, Texas, sobre el trabajo de su equipo.
“Nosotos llamamos a esto la inyección de sesgo estructural en las elecciones de 2020, y nuestro análisis muestra que probablemente generó suficientes votos adicionales para que Biden asegurara una victoria del Colegio Electoral en 2020.”
De acuerdo con un resumen del análisis, que fue publicado por The Federalist esta semana, CTCL y CEIR inyectaron 419.5 millones de dólares en las oficinas electorales del gobierno local. Las subvenciones – que fueron financiadas por donantes como el CEO de Facebook, Mark Zuckerberg, y su esposa Priscilla Chan – son comparables en volumen a los 479.5 millones de dólares que los fondos de contrapartida federales y estatales asignaron para los gastos electorales relacionados con Covid-19 durante la campaña de 2020.
“NO asistire a la inauguración de Biden” – Trump
Una gran parte del dinero se destinó a varios programas que impulsaron directamente la participación electoral, promoviendo la votación por correo o pagando a los trabajadores que participaban en programas de divulgación. Los defensores de estas inversiones argumentaron que los millones de dólares eran necesarios para tapar los agujeros en los presupuestos electorales dejados por la pandemia y la escasez de fondos públicos del gobierno federal.
Si bien ambas ONG insistieron en que estaban actuando de manera no partidista, Doyle dice que el efecto de sus acciones fue asombrosamente a favor del candidato demócrata.
“De las 26 subvenciones que CTCL proporcionó a ciudades y condados en Arizona, Georgia, Michigan, Carolina del Norte, Pensilvania, Texas y Virginia que fueron de 1 millón de dólares o más, 25 fueron a áreas que Biden ganó en 2020”, el escribió. “El único condado en esta lista ganado por Donald Trump (Condado de Brown, Wisconsin) recibió alrededor de 1.1 millones de dólares – menos del 1.3 por ciento de los 85.5 millones de dólares que CTCL proporcionó a estos 26 receptores principales.”
El equipo todavía está en el proceso de calcular los números para todos los estados de batalla electoral, pero su análisis preliminar de Texas mostró que el gasto per cápita de las ONGs en el estado fue abrumadoramente a condados que apoyan a Biden. No fue suficiente cambiar el azul del estado, pero los investigadores creen que las ONGs pueden haber cambiado Georgia y Wisconsin para Biden, según el análisis preliminar.
“Nosotos tenemos buenas razones para anticipar que los resultados de nuestro trabajo mostrarán que la participación de CTCL y CEIR en las elecciones de 2020 dio lugar a una elección que, aunque libre, no fue justa. La elección de 2020 no fue robada – probablemente fue comprada con dinero vertido a través de lagunas legales”, dijo Doyle.
El también señaló que el financiamiento privado partidista del sistema electoral planteaba dudas sobre su integridad. “El masivo dinero de CTCL y CEIR” abrió las oficinas electorales locales a la “infiltración de activistas de izquierda”, Doyle dijo, citando como ejemplo la contratación de trabajadores del Happy Faces Personnel Group por el Condado de Fulton, Georgia. La firma fue vinculada por algunas personas a la política progresista de Georgia Stacey Abrams, aunque las afirmaciones de que ella era parcialmente su propietaria eran falsas.
“CTCL impulsó la proliferación de buzones privados sin supervisión (lo que creó importantes problemas de cadena de custodia) y oportunidades para nuevas formas de ‘electorización de boletas por correo’, que permitió el envio-recepción de numerosas boletas cuestionables después del día de las elecciones y creó oportunidades para la recolección ilegal de boletas”, dijo Doyle.
Fuente: RT
