El gobernador de Texas Greg Abbott ha firmado una orden prohibiendo todos los mandatos de vacuna a nivel estatal, incluso en empresas privadas, argumentando que si bien está a favor de las vacunaciones, nunca deben ser forzadas a la gente en contra de su voluntad.
Firmada el Lunes, la orden ejecutiva de Abbott establece que” ninguna entidad en Texas puede obligar a recibir una vacuna Covid-19 a cualquier persona que se oponga a dicha vacunación” por cualquier razón – ya sean objeciones religiosas, preocupaciones médicas u otras razones de “conciencia personal”, amenazando con una multa de hasta 1,000 dolares para los infractores.
“La vacuna Covid-19 es segura, eficaz y nuestra mejor defensa contra el virus”, dijo Abbott en un comunicado, pero agregó que “debe seguir siendo voluntaria y nunca forzada.”
La orden invoca el plan de manejo de emergencias Covid-19 del estado, que permite multas de hasta 1,000 dólares para aquellos que no cumplan con sus medidas. Si bien el plan en sí también establece una sentencia máxima de cárcel de 180 días, Abbott señaló que el tiempo de cárcel “no es una pena disponible” por violar la orden ejecutiva del Lunes.
Sin embargo, en una misiva separada a la legislatura de Texas, Abbott también instó a los legisladores a elaborar un proyecto de ley similar a su propia orden ejecutiva, “estableciendo que ninguna entidad en Texas puede obligar a recibir una vacuna Covid-19”, con la esperanza de codificar la medida en ley en lugar de depender meramente de la autoridad ejecutiva.
En Junio, Abbott también firmó una legislación que amenaza con revocar licencias y permisos de operación de negocios que requieren que los clientes esten vacunados, prohibiendo efectivamente lo que el gobernador llamó “pasaportes de vacunas” mientras argumentaba que “Texas está abierta al 100%, y queremos asegurarnos de que usted tenga la libertad de ir a donde quiera sin límites.”
Las medidas de Abbott contra los mandatos de vacuna reflejan esfuerzos similares realizados por el gobernador de Florida, Ron DeSantis, uno de los oponentes más vocales del país a tales requisitos. El mes pasado, DeSantis amenazó con multas de hasta 5,000 dólares para cualquier agencia estatal que requiera la vacunación como condición para el empleo, insistiendo en que en Florida, las vacunas permanecerán “disponibles para todos, pero obligatorias para nadie”. Además de prohibir los ‘pasaportes’ de vacunas tanto para agencias estatales como privadas, el gobernador también ha prohibido los mandatos de cubrebocas en una serie de entornos, incluidas las escuelas públicas, iniciando una acalorada batalla legal.
Fuente: RT