En el 20 aniversario de los ataques del 9/11, y después de la retirada apresurada de Afganistán, la War on Terror (Guerra contra el Terrorismo) de Estados Unidos se está terminando parcialmente. Los costos del conflicto han sido asombrosos, las ganancias pocas y las pérdidas trágicas.
Desde el momento en que el primer Boeing 767 secuestrado se estrelló contra la North Tower del World Trade Center de Nueva York, el mundo cambió para siempre. A finales del 11 de septiembre de 2001, 3,000 estadounidenses estaban muertos, y los Estados Unidos estaban en guerra.
“No haremos distinción entre los terroristas que cometieron estos actos y aquellos que los albergan”, dijo el entonces presidente George W. Bush a la nación esa noche, prometiendo “ganar la guerra contra el terrorismo”. Tres semanas más tarde, las tropas estadounidenses invadieron Afganistán, en la búsqueda de Osama Bin Laden, a quien la inteligencia estadounidense había culpado por el ataque al mediodía del 11 de septiembre.
Gigantesca mentira, otra de tantas más: 9/11 no tuvo nada que ver con Afganistán – Ted Rall
La misión caería en un atolladero de dos décadas, pagado con billones de dólares (deuda) y miles de vidas estadounidenses. 20 años después, una evaluación seria revela un gasto masivo y muy pocos beneficios.
GUERRA EN AFGANISTÁN
La guerra y la ocupación ilegal de Afganistán concluyeron a solo un mes del 20 aniversario del 9/11, y le costó a Estados Unidos más de 2.3 billones de dólares, una cifra que no tiene en cuenta otro medio billón de dólares de intereses adeudados por el dinero prestado para luchar la guerra, y los 233 mil millones de dólares pagados para atender a los casi 21,000 veteranos heridos en Afganistán.
2,325 soldados estadounidenses murieron en Afganistán, junto con 1,144 soldados aliados, 85,000 combatientes de la oposición y 70,000 civiles afganos.
Dover Air Force Base, Delaware, 29 de Agosto, 2021 © Reuters / Tom Brenner
Los Estados Unidos rápidamente desalojaron a los talibanes del poder, y Bin Laden fue finalmente abatido a tiros por los Navy SEALs en Pakistán en 2011, pero para ese momento, los Estados Unidos ya estaba comprometido con la construcción de la nación en Afganistán. El esfuerzo por rehacer Afganistán como una democracia fue un fracaso abyecto, con el Ejército Nacional Afgano desmoronándose ante el avance de los talibanes este verano, y el gobierno respaldado por Estados Unidos abdicando y huyendo de Afganistán mientras los militantes se acercaban a Kabul.
Después de 20 años y cuatro presidentes estadounidenses, Afganistán ha vuelto a estar bajo el control de los talibanes, y ya han surgido informes de miembros de Al-Qaeda que operan dentro de sus fronteras una vez más.
GUERRA EN IRAK
A media tarde del 11 de Septiembre de 2001, la administración Bush estaba buscando una excusa para acusar al líder iraquí Saddam Hussein de los ataques. El entonces US Secretary of Defense Donald Rumsfeld pidió a sus ayudantes que recopilaran información “lo suficientemente buena como para golpear a SH (Saddam Hussein) al mismo tiempo” que a Osama Bin Laden, instruyéndoles que “barrieran todo. Cosas relacionadas y no”.
US Marine cubre la cara de una estatua del Presidente de Irak Saddam Hussein con una bandera estadounidense en Bagdad, Iraq, Apbril 9, 2003 © Reuters / Goran Tomasevic
Estados Unidos invadió Irak en Marzo de 2003, con una campaña de bombardeo ‘shock and awe’ precediendo a un avance mecanizado relámpago. La operación militar inicial fue un éxito, y Bush declaró infamamente “misión cumplida” menos de dos meses después de que comenzó la invasión. Sin embargo, la invasión dio paso a una insurgencia prolongada y un vacío de poder que llevó al ascenso horripilante del grupo terrorista Islamic State (IS, anteriormente ISIS).
Un pequeño número de tropas estadounidenses permanecen en Irak y, hasta la fecha, la guerra le ha costado a Estados Unidos aproximadamente 1.2 billones de dólares y ha cobrado la vida de más de 4,500 soldados estadounidenses y ha herido a más de 32,000. Murieron hasta 200,000 civiles iraquíes, y la economía y la infraestructura del país quedaron destrozadas por años de lucha.
Baghdad , Iraq, January 18, 2004 © Reuters / Ali Jasim
Saddam Hussein no tenía vínculos con los ataques del 11 de Septiembre y no estaba albergando armas de destrucción masiva, como los Estados Unidos y sus aliados insistieron inicialmente.
GUERRA PERMANENTE
Cuando el Congreso estadounidense le otorgó a Bush la autorización para cazar a Osama Bin Laden, emitió una ‘Authorization for Use of Military Force Against Terrorists’ (AUMF) abierta que le otorgó al presidente la autoridad para usar toda la “fuerza necesaria y apropiada” contra cualquier sospechoso de estar involucrado en los ataques del 11 de Septiembre, sin importar cuán tangencialmente.
La AUMF se ha renovado cada año desde entonces, y ha sido invocado para justificar la acción militar en Afganistán, Djibouti, Eritrea, Etiopía, Georgia, Irak, Kenia, Libia, Filipinas, Somalia, Siria y Yemen. Ninguna de estas operaciones benefició de manera concluyente a la seguridad nacional estadounidense.
REPRESIÓN DOMÉSTICA
En casa, los ataques del 9/11 resultaron en la creación del US Department of Homeland Security, la reorganización más significativa del gobierno desde que se creó el US Defense Department en 1947.
La aprobación de la USA PATRIOT Act en 2002 expandió dramáticamente el poder de las agencias policiales para llevar a cabo la vigilancia sin orden judicial de los estadounidenses, permitió la detención indefinida sin juicio de los inmigrantes y cambió el proceso de la Foreign Intelligence Surveillance Act, otorgando permiso para que los estadounidenses sean espiados como lo fueron una vez los agentes extranjeros, y como lo hizo el FBI en la campaña de Trump en 2016.
Mientras la CIA secuestraba y torturaba a sospechosos de terrorismo en todo el mundo, un envalentonado FBI perseguía a posibles atacantes dentro de los Estados Unidos. En muchos casos, la agencia detuvo a sospechosos en operaciones encubiertas dudosas o atrapó a jóvenes que de otro modo nunca habrían cometido ningún acto de terrorismo.
¿UNA HISTORIA ALTERNATIVA?
¿Y si Estados Unidos hubiera seguido otro camino después de los ataques del 9/11? Cualquiera puede adivinar lo que las bajas de la War on Terror podrían haber logrado, si sus vidas no se hubieran cegado, pero es más fácil esbozar lo que los 5.8 billones de dólares gastados en las guerras de Estados Unidos después del 9/11 podrían haber logrado en su lugar.
- 5.8 billones habrían financiado beneficios y servicios para veteranos durante 26 años
- 5.8 billones habrían cubierto el Seguro Social durante cinco años, con suficiente dinero sobrante para enviar a cada hombre, mujer y niño estadounidense un cheque de estímulo de 800 dólares
- 4.5 billones podrían haber convertido a los Estados Unidos en una red de energía totalmente renovable
- 2.6 billones habrían modernizado completamente la infraestructura envejecida de Estados Unidos
- 5.8 billones bien podrían haber sido suficientes para cubrir el costo de colonizar Marte y convertir a los humanos en una especie interplanetaria, según estimaciones del CEO de SpaceX, Elon Musk
Hamid Karzai International Airport in Kabul, Afghanistan, August 20, 2021 © Reuters / US Marine Corps
Fuente: RT