El ejército de los Estados Unidos está operando un ejército secreto de 60,000 soldados sin ninguna supervisión del Congreso, gastando al menos 900 millones de dólares en el programa anualmente, alega un explosivo informe de Newsweek, citando los resultados de una investigación de dos años.
La fuerza supuestamente participa en operaciones en el extranjero y en territorio estadounidense, y si su existencia se confirma, violaría numerosas leyes estadounidenses, así como los Convenios de Ginebra sobre las normas de conflicto armado.
El informe de Newsweek, que se dice se basa en docenas de solicitudes de la Freedom of Information Act, el análisis de 1,600 currículums y ofertas de trabajo, y entrevistas con varias personas involucradas, sugiere que este ejército secreto lleva a cabo operaciones en los Estados Unidos y en el extranjero, tanto en línea como fuera de línea, y que sus tareas incluyen derrotar a tecnologías cada vez más complejas.
Se dice que más de la mitad de la fuerza consiste en tropas de operaciones especiales que operan en países de todo el mundo, incluidos Pakistán, Yemen, naciones de África Occidental e incluso Corea del Norte e Irán. Los especialistas en inteligencia dedicados a la recopilación de información, contrainteligencia y lingüistas son, según se informa, su segundo contingente más grande. Otros miembros del personal forman un ejército cibernético dedicado a la ciberguerra y la recopilación de inteligencia, e incluso se informa que están trabajando para manipular las redes sociales, una práctica ilegal en la que Estados Unidos ha acusado – sin presentar pruebas – repetidamente a países como Rusia, China e Irán de participar.
Se dice que el programa se conoce como “signature reduction”, y se estima que es diez veces más grande que la división de operaciones clandestinas de la CIA.
Se dice que unas 130 empresas están involucradas, con casi mil millones de dólares en dinero de los contribuyentes estadounidense gastado en la creación de documentos falsos, el pago de facturas e impuestos, y la construcción de identidades falsas complejas. Se dice que se hace que los bancos y las compañías de tarjetas de crédito miren hacia otro lado sin tomar en cuenta a los soldados del ejército secreto mientras buscan actividades ilegales como el fraude y el lavado de dinero.
Se reporta que el programa tambien incluye un componente importante para derrotar sistemas biometricos y de identificación modernos, incluyendo huellas dactilares y reconocimiento facial, no solamente en el extranjero, sino en el mismo territorio estadounidense.
Según se informa, la iniciativa encubierta tiene acceso a la base de datos de pasaportes y visas de extranjeros reales, falsificados y alterados de la comunidad de inteligencia estadounidense, así como a lo que se conoce como el Cover Acquisition Management System, un registro de identidades falsas que nunca se había reportado anteriormente y que registra los mecanismos utilizados por los operadores. Junto con la alteración de documentos extranjeros y la derrota de los sistemas de seguridad extranjeros, los operadores del ejército secreto supuestamente acceden y realizan cambios en las bases de datos de aduanas e inmigración de los Estados Unidos para garantizar que las identidades falsas coincidan para que los soldados del programa puedan regresar a los Estados Unidos sin levantar sospechas.
Según se informa, el ejercito secreto incluye una sección ” Special Access Programmes (SAP)” la cual contiene secretos acerca de las herramientas y metodos usados para engañar a los componentes de reconocimiento facial y dactilar de los sistemas de seguridad extranjeros, con los SAPs asumiendo nombres ficticios como “Hurricane Fan,” “Island Hopper,” y “Peanut Chocolate.”
Un oficial de alto rango retirado se jactó con Newsweek sobre la supuesta superioridad de Estados Unidos sobre sus rivales en la “guerra” para derrotar al “mundo transparente”.
“Estamos ganando esta guerra, incluso en el lado cibernético, incluso si el secreto sobre lo que estamos haciendo hace que la imagen de los rusos en los medios vuelva a parecer que miden diez pies de altura”, sugirió.
Otro ex oficial de alto rango anónimo del programa admitió a Newsweek que en la actualidad, nadie sabe realmente cuán grande es el programa de signature reduction. El funcionario agregó que “todo, desde el estado de las Convenciones de Ginebra – si un soldado operaba bajo identidad falsa para ser capturado por el enemigo – hasta la supervisión del Congreso es problemático” cuando se trata de esta fuerza secreta.
Fuente: Sputnik