El Senado de México aprobó la reforma a la Ley de la Industria Eléctrica con el objetivo de dar prioridad a la producción estatal de electricidad por encima de la producción privada.
De esta forma, el Congreso Mexicano terminó de procesar la llamada “Contrarreforma Energética” propuesta por el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador, que supone dar marcha atrás a una parte del proyecto privatizador que se construyó durante las administraciones neoliberales anteriores del PRI y el PAN.
Cambios legales
Con 68 votos a favor y 49 votos en contra, El Senado Mexicano aprobó en lo particular las modificaciones a la Ley de la Industria Eléctrica. El documento fue enviado al Presidente para que entre en vigor en cuanto la nueva ley sea publicada en el Diario Oficial de la Federación.
El Proyecto de Ley fue prácticamente el mismo que el aprobado por la Cámara de Diputados, que privilegia el rol del gigante estatal Comisión Federal de Electricidad (CFE) por encima de las empresas privadas nacionales y extranjeras en lo referente a la generación de energía eléctrica.
El dictamen de Ley establece la necesidad de rescatar y fortalecer a la CFE, cuyo carácter estratégico es fundamental para mantener tarifas de energia electrica bajas en beneficio de los usuarios finales y proteger los intereses del país.
El punto medular de la Reforma tiene que ver con “la instauración de un nuevo orden en el sistema de despacho de los generadores eléctricos, así como el fortalecimiento de la rectoría del Estado Mexicano para dirigir las actividades de planeación del Sistema Eléctrico Nacional”, debido a que en la reforma energética de 2014, aprobada por el gobierno neoliberal de Enrique Peña Nieto (PRI) y la derecha neoliberal (PAN), se dio prioridad a los generadores privados, lo que ocasionó pérdidas millonarias para la empresa estatal mexicana.
La nueva Ley también elimina la obligatoriedad de las compras de electricidad por subastas y la revocación de los permisos de autoabastecimiento de electricidad, sobre todo, aquellos que hayan sido obtenidos en violación de la ley y que continúen surtiendo sus efectos jurídicos.
Asimismo, la reforma establece facultades legales para que el Estado Mexicano pueda revisar la legalidad y rentabilidad de los contratos suscritos con productores independientes de energía.
Esto permitirá al gobierno federal revocar muchos contratos desventajosos para el Estado Mexicano, los cuales fueron firmados en administraciones anteriores para favorecer a empresas privadas aliadas con políticos de derecha.
¿Energía limpia y barata?
En discusión de la reforma en el Senado, el partido oficialista Movimiento de Regeneración Nacional (MORENA – fundado por López Obrador) argumentó que la nueva ley fortalece la soberanía energética de México y garantiza la rentabilidad de la CFE, que en los últimos años ha perdido más de 20,000 millones de dólares por beneficiar a empresas privadas.
El coordinador de la fraccion parlamentaria de MORENA, el Senador Ricardo Monreal, afirmó que la aprobación de la reforma permitirá evitar el “desmantelamiento de las instituciones del Estado”, promovido por las administraciones neoliberales anteriores.
Del mismo modo, los partidos aliados al presidente, como el Partido del Trabajo (PT) y Partido Encuentro Social (PES), señalaron que además de garantizar la seguridad energética, la iniciativa permitirá mantener estables los precios de la electricidad y también promover el uso de energías limpias, como las grandes hidroeléctricas de México.
Renegociar contratos
Por su parte, el presidente López Obrador celebró la aprobación de la reforma, argumentando que el nuevo marco jurídico permitirá que su Gobierno pueda renegociar muchos de los contratos “leoninos” entregados por sus antecesores Felipe Calderón (PAN 2006-2012) y Enrique Peña Nieto (PRI 2012-2018) para favorecer a empresas privadas a costa del erario público.
En este sentido, el presidente mexicano explicó que su gobierno intentó negociar con empresas como la española Iberdrola, pero al no obtener una respuesta favorable, tuvo que enviar el proyecto de Ley como iniciativa preferente al Congreso para reformar la Ley de la Industria Eléctrica.
“No hubo respuesta, y eso me llevó a presentar la iniciativa de modificación de la ley, para que tengamos un marco legal y podamos estar en mejores condiciones y defender el interés público”, explicó el presidente López Obrador durante su conferencia diaria.
López Obrador indicó que, al igual que ocurrió con el gigante petrolero estatal PEMEX y el contrato millonario otorgado a una filial de la brasileña Odebrecht, en el sector eléctrico hubo un interés de Calderón y Peña Nieto por beneficiar a Iberdrola pese a los daños financieros ocasionados al gigante estatal CFE.
Fuente: RT