Una nueva demanda en tribunales ha acusado a Twitter de fingir que no ven la pornografía infantil en su plataforma, alegando que Twitter rechazó las solicitudes repetidas de una víctima de tráfico sexual menor de edad para eliminar imágenes explícitas obtenidas a través del chantaje.
La demanda, presentada por la víctima adolescente y su madre en el Distrito Norte de California el miércoles, argumenta que Twitter se negó a eliminar de la plataforma los videos sexualmente explicitos con el argumento de que no violaron sus políticas, permitiendoles acumular más de 150,000 vistas.
El demandante en el caso, identificado solo como “John Doe” en los registros judiciales, dice que solo tenía 13 años cuando fue manipulado para compartir imágenes de desnudos de sí mismo con un usuario de Snapchat que creía ser un compañero de clase de 16 años. Después de que lo hizo, “la correspondencia cambió a chantaje”, afirma la demanda, y agregó que los autores amenazaron con compartir las fotos de la víctima con los “padres, entrenador, pastor y otros en su comunidad” si no enviaba material adicional. El cumplió con las demandas de los traficantes, enviando videos sexualmente explícitos de sí mismo, algunos de los cuales incluían a otro menor.
En algún momento de 2019, un “video de compilación” con las imágenes extorsionadas de John Doe apareció en Twitter a través de al menos dos cuentas, el cual finalmente llegó a la víctima en enero de 2020 después de que “se enteró de sus compañeros de clase que los videos de él y otro menor estaban en Twitter y que muchos estudiantes de la escuela los habian visto”
Debido a la circulación de estos videos, el menor se enfrentó a burlas, acoso, intimidación viciosa y se convirtió en suicida.
Inmediatamente, la víctima, que en ese momento tenía 16 años de edad, informó a sus padres de la situación, lo que llevó a su madre, nombrada como “Jane Doe” en la demanda, a abordar el problema con los funcionarios escolares, la policía local y con Twitter directamente. Eso siguió a al menos una queja anterior de un usuario de Twitter preocupado a fines de 2019, quien informó de una de las cuentas que compartían imágenes de la víctima. Twitter no tomó ninguna acción y los videos permanecieron en linea en la plataforma.
En enero 21, el demandante presentó su propia queja a Twitter, diciendole a la plataforma “Estos videos fueron tomados con acoso y bajo amenazas. Ahora los videos se está extendiendo por la escuela y necesitamos que sean eliminados ya que ambos somos menores de edad y tenemos un informe policial de la situación. A petición de Twitter, el proporcionó una foto de su licencia de conducir para confirmar su identidad.
Jane Doe también presentó dos quejas adicionales a Twitter un día después, a lo que Twitter respondió con mensajes automatizados idénticos prometiendo revisar el contenido en cuestión.
Después de una semana completa sin una respuesta de la compañía, a pesar de los intentos repetidos de la madre de la víctima más allá de sus quejas iniciales, Twitter finalmente respondió el 28 de enero, afirmando que no encontró problemas con los videos sexualmente explícitos y que no haría nada para que se eliminen.
“Gracias por contactarnos. Hemos revisado el contenido y no encontramos una violación de nuestras políticas, por lo que no se tomarán medidas en este momento “, dijo Twitter, mientras insistía sin una pizca de ironía en que “tu seguridad es lo más importante.”
La víctima respondió el mismo día, indignada por la inacción de la plataforma, preguntando “¿Qué quiere decir con que no ve un problema?”
Ambos somos menores de edad en este momento y éramos menores de edad en el momento en que se tomaron estos videos. Ambos teníamos 13 años de edad. Fuimos intimidados, acosados y amenazados con tomar estos videos que ahora se publican sin nuestro permiso. No autorizamos estos videos EN ABSOLUTO y necesitan ser eliminados (de la plataforma de Twitter).
Mientras que Twitter ignoró la petición final de John Doe, dentro de unos días su familia “pudo conectarse con un agente del US Department of Homeland Security” a través de un contacto mutuo, según la demanda.
“El agente federal también inició contacto con Twitter y, a petición del gobierno federal de los Estados Unidos, el contenido sexualmente explícito finalmente fue eliminado de Twitter en o alrededor de enero 30, 2020”, continúa la demanda, agregando que las cuentas infractoras también fueron suspendidas.
Twitter ha sido criticado en el pasado por su manejo de pornografía infantil, con el Canadian Centre for Child Protection encontrando en una revisión el año pasado que la plataforma hace que sea “extremadamente difícil” reportar dicho contenido, lo que obliga a los usuarios a localizar un formulario separado de su “easily-accessible report function” que se encuentra en cada tweet.
A partir de Marzo de 2019, Twitter afirma hacer cumplir una “política de tolerancia cero a la explotación sexual infantil”, y en sus comunicaciones con John Doe y su madre dijo que envía todos los informes de dicho material al National Center Missing and Exploited Children. Sin embargo, a pesar de los esfuerzos agresivos de la víctima para retirar imágenes de sí mismo de la plataforma, la compañía solo lo hizo después de ser contactada por el gobierno federal de los Estados Unidos, sin transmitir el caso de John Doe al Centro hasta ese momento.
Doble moral
La postura aparentemente laxa de la compañía sobre la pornografía infantil contrasta notablemente con su vigorosa vigilancia del contenido político que considera “de odio” o para difundir “información errónea”, purgando regularmente miles de publicaciones y usuarios, entre ellos incluso el ex presidente Donald Trump, sobre violaciones de políticas técnicas.
Fuente: RT
