Lisa Montgomery se ha convertido en la primera reclusa en el corredor de la muerte de Estados Unidos en ser ejecutada en casi 70 años, después de que se le aplico una inyección letal después de una intervención de la Corte Suprema para levantar una suspensión de la ejecución.
Montgomery fue condenada a muerte en 2007 por un secuestro que resultó en la muerte, después de que asesinó a Bobbie Stinnett, de 23 años, y retiró al bebe por nacer del vientre de su víctima. Su ejecución había sido pospuesta dos veces, debido a Covid-19 y después de que un juez federal concedió una suspensión de la ejecución, antes de que el Tribunal Supremo interviniera para permitir que la ejecución se llevara a cabo el miércoles por la mañana.
A la 01:31 am hora local en Terre Haute, Indiana, Montgomery fue declarada muerta. Los informes afirman que, cuando se retiró la máscara facial y se le preguntó si tenía alguna palabra final antes de que se le diera la inyección, ella simplemente dijo “no.”
Kelley Henry, el abogado de Montgomery, quien había argumentado que su cliente no debería ser ejecutada debido a una enfermedad mental y una vida de abuso, emitió un comunicado diciendo que todos los que estuvieron involucrados en sentenciarla a muerte “debe sentir vergüenza.”
“El gobierno no se detuvo ante nada en su celo por matar a esta mujer dañada y delirante”.
El caso de Montgomery es la 11ª vez que un prisionero recibe una inyección letal en el corredor de la muerte desde que el presidente Donald Trump reanudó las ejecuciones federales después de una pausa de 17 años. Dos reclusos federales más están programados para ser ejecutados antes de que el presidente electo Joe Biden asuma el cargo. Se espera que Biden se detenga y, eventualmente, proscriba la pena de muerte a nivel federal.
La última reclusa ejecutada por el gobierno federal en los Estados Unidos fue Bonnie Brown Hedy el 18 de Diciembre de 1953, por el secuestro y asesinato de Bobby Greenlease, de seis años, en Kansas City, Missouri.
Fuente: RT
