Estados Unidos dio a 15 diplomáticos cubanos siete días para abandonar Estados Unidos, citando la reduccion de la presencia diplomática de Estados Unidos en La Habana y acusando a Cuba de no proteger a los diplomáticos estadounidenses afectados por misteriosos “ataques a su salud”.
El martes, el secretario de Estado Rex Tillerson dijo que la expulsión de diplomáticos cubanos tiene como objetivo “asegurar la equidad” entre Estados Unidos y Cuba, informó AP.
La medida es “debido al hecho de que Cuba no tomó las medidas apropiadas para proteger a nuestros diplomáticos”, dijo Tillerson.
La semana pasada, el Departamento de Estado anunció que retiraría a la mitad del personal de la embajada estadounidense en Cuba, citando misteriosos “ataques a la salud” que han afectado al menos a 22 estadounidenses.
La decisión de retirar personal estadounidense de Cuba era necesaria para “minimizar el número de diplomáticos en riesgo de exposición a daños”, dijo Tillerson el martes.
El secretario de Estado dijo que Estados Unidos mantiene relaciones diplomáticas con Cuba y cooperará con el país mientras continúa la investigación de los inexplicables “ataques a la salud”.
Estados Unidos no ha proporcionado suficiente información para investigar los presuntos ataques, dijo el martes el ministro de Relaciones Exteriores cubano, Bruno Rodríguez.
Veintidós diplomáticos estadounidenses y sus familias han experimentado problemas de salud inexplicables durante el año pasado, algunos tan traumáticos como lesión cerebral y pérdida de audición. Los investigadores no han podido determinar quién o cuál es la causa.
Funcionarios dijeron al New York Times que el FBI había visitado las casas de diplomáticos en Cuba pero no había sido capaz de detectar nada. Las imágenes de seguridad de las casas no mostraban nada sospechoso. Los funcionarios sospechaban algún tipo de “ataque sónico” futurista. Algunos de los diplomáticos dijeron haber oído ruidos fuertes o sentir vibraciones cuando ocurrieron los incidentes, pero otros escucharon y no experimentaron nada. El FBI ha sido incapaz de duplicar los síntomas en un laboratorio.
Cuba ha negado cualquier participación en los ataques alegados por el Departamento de Estado.
“El gobierno cubano nunca ha perpetrado ni perpetrará ataques de ningún tipo contra diplomáticos”, dijo el Ministerio de Relaciones Exteriores cubano en un comunicado la semana pasada.
“El gobierno cubano nunca ha permitido ni permitirá el uso de su territorio por terceros para este propósito, hasta el momento no hay pruebas de la causa o el origen de los trastornos de salud reportados por los diplomáticos estadounidenses”.
Estados Unidos dejará de emitir visados en Cuba indefinidamente y detiene los viajes oficiales debido a los ataques. Los cubanos que buscan visas para ingresar a Estados Unidos podrían solicitar asistencia a través de embajadas en países vecinos, dijeron funcionarios no identificados a los medios de comunicación.
“Felicito al Departamento de Estado de Estados Unidos por expulsar a varios agentes cubanos de Estados Unidos”, dijo el senador Marco Rubio (R-Florida), quien anteriormente había pedido el cierre de la embajada estadounidense en La Habana. Marco Rubio, nacido en Miami, Florida, es hijo de inmigrantes Cubanos.
Mientras tanto, algunos diplomáticos estadounidenses en Cuba dijeron que estaban decepcionados por recibir la orden de regresar a Estados Unidos.
“Soy un optimista y espero que regresemos un día, antes de demasiado tiempo”, escribió en Facebook el alto funcionario de la embajada, el diplomático de carrera Scott Hamilton.
“Esta decisión parece ser puramente política, impulsada por el deseo de un reducido grupo de personas en el Congreso estadounidense de detener el progreso entre nuestros dos países”, sostuvo James Williams, presidente del grupo de negociadores “Engage Cuba”, según Reuters.
Estados Unidos y Cuba restablecieron relaciones diplomáticas en 2015, por iniciativa del presidente Barack Obama. Estados Unidos y Cuba habían estado distanciados desde 1961, cuando el presidente John F. Kennedy cortó los lazos diplomaticos con Cuba e impuso un embargo a la isla.
El año pasado, el presidente Obama viajó a Cuba, con la intención de fortalecer relaciones duraderas con el país comunista.
En junio, sin embargo, el presidente Donald Trump dijo que estaba revirtiendo “el acuerdo completamente unilateral de la última administración con Cuba”. Trump re-instauró algunas restricciones a los viajes a Cuba, pero dejó abiertas las embajadas recién establecidas en Washington y La Habana.
Fuente: RT