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Extradición de Lozoya: La sombra que se cierne sobre el ex canciller mexicano Luis Videgaray

La extradición de Emilio Lozoya Austin, exdirector del gigante petrolero estatal PEMEX, ha sacudido a la opinión pública mexicana. Persona clave en casos de corrupción del sexenio del ex presidente mexicano Enrique Peña Nieto (PRI), la expectativa sobre su captura se centra en la información que Lozoya pudiera aportar ahora como colaborador (testigo protegido) de la Fiscalía General de la República (FGR) en México y que podría implicar como mínimo al ex canciller mexicano Luis Videgaray Caso, brazo derecho de Peña Nieto.

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Mientras el mundo político de México se cimbra y especula sobre las cloacas del gobierno de Peña Nieto que Emilio Lozoya Austin destapará ante la Fiscalía General de la República – para reducir su condena –, Luis Videgaray Caso, el brazo derecho del expresidente mexicano Enrique Peña Nieto, tiene serias razones para preocuparse, porque jugó un papel central en los casos de corrupción que motivaron el arresto y la extradición del exdirector de PEMEX, Emilio Lozoya.

La compra fraudulenta de la planta de fertilizantes Agronitrogenados a la empresa mexicana Altos Hornos de México (AHMSA) y la operación de obras otorgadas a la constructora brasileña Odebrecht – dos casos en los cuales Lozoya es acusado de cobrar sobornos por 12.5 millones de dólares– se concretaron gracias a créditos multimillonarios otorgados por Nacional Financiera (NAFIN) y el Banco Mexicano de Comercio Exterior (BANCOMEXT), cuyos consejos de administración estaban presididos por Videgaray.

En el capítulo “Banca de Inversión” de su informe anual de 2015, NAFIN presumió las líneas de crédito que otorgó a varios planes estratégicos de Peña Nieto ese año. Entre ellos figuraban tres proyectos de PEMEX, entonces dirigido por Lozoya: un crédito de 390 millones de dólares para “rehabilitar y poner en marcha” la planta de Agronitrogenados – que era practicamente “chatarra” –, 280 millones de dólares para continuar la construcción de la planta Etileno XXI y 240 millones de dólares para el gasoducto de “Los Ramones”.
El contrato de Etileno XXI, cuyos anexos implicaban condiciones muy desfavorables para PEMEX, fue adjudicado a Odebrecht durante el sexenio del expresidente Felipe Calderón Hinojosa (PAN), pero concretado en el gobierno de Peña Nieto; el proyecto de “Los Ramones” dio las obras del gasoducto a la constructora brasileña, y la supervisión de las obras a la empresa española OHL, también envuelta en escándalos de corrupción que involucraron al primer círculo de Peña Nieto, entre otros a Lozoya y a Videgaray, desde que Peña Nieto era gobernador del Estado de México.

Fuente: Proceso