Estados Unidos ha llevado a cabo varias operaciones de guerra cibernética contra Irán en los últimos meses, incluida una en represalia por el ataque del 14 de septiembre contra la infraestructura petrolera saudita, según fuentes de Reuters.
El último ataque cibernético fue realizado por el Pentágono en algún momento a fines de septiembre y afectó a hardware físico, dijeron dos fuentes a la agencia de noticias. El objetivo está relacionado con lo que las fuentes describieron como la capacidad de Irán para difundir “propaganda”. Se dijo que la operación era de menor escala que las anteriores que tuvieron lugar durante varios meses de política estadounidense-iraní.
Estados Unidos tiene un largo historial de uso de sus capacidades de ciber ofensiva contra Irán. El ejemplo más famoso fue la Operation Olympic Games, que involucró la infección de controladores industriales en una planta de enriquecimiento de uranio iraní con un virus diseñado para dañar las centrífugas con disfunciones aparentemente naturales. La campaña se llevó a cabo bajo las administraciones de los presidentes George W. Bush y Barack Obama, y se detuvo después de que el virus, llamado Stuxnet, se salió de control y se extendió por Internet, donde fue identificado por expertos en ciberseguridad.
La última operación cibernética fue una represalia por el ataque con drones no tripulados y misiles del 14 de septiembre contra una instalación petrolera de Arabia Saudita que Estados Unidos y sus aliados atribuyeron a Irán. Los rebeldes Houthi de Yemen, que han estado luchando contra una incursión militar ilegal liderada por Arabia Saudita en su país desde 2015, se atribuyeron la responsabilidad del ataque.
La escalada de tensiones entre Estados Unidos e Irán comenzó el año pasado cuando el presidente Donald Trump rompió un acuerdo internacional firmado por su predecesor Barack Obama y lanzó una campaña de “máxima presión” contra Irán. Trump volvió a imponer sanciones económicas que se habían levantado a cambio del acuerdo de Irán de restringir su industria nuclear, y apuntó a las exportaciones de petróleo iraníes, amenazando a los compradores de crudo iraní con sanciones secundarias.
La respuesta pública de Estados Unidos a los ataques aéreos del 14 de septiembre fue desplegar tropas y armas adicionales en la región, lo último de una serie de movimientos similares este año.
Fuente: RT